Zambomba de etiqueta en Santiago

Santiago tenía que estar lleno. Santiago se llenó. El Prendimiento y la Buena Muerte no escucharon anoche saetas. Recibieron esas otras coplas oriundas de la tierra. Esas que hablan de Nacimiento. De lo que está por venir. De lo que llegará al mundo la noche más buena de todas. 

Llegaban los niños del barrio. Les han visto nacer. Les han visto crecer. Les han visto hacerse artistas. Según su estilo. Según su forma. Sin perder el sentido. Sin perder la cabeza. Mirando el futuro con los ojos del presente sin olvidarse del pasado.

Ilusionados como lo que siempre serán. Niños. Fueron a Santiago a pregonar las buenas nuevas al Desamparo y Dulce Nombre. No es Semana Santa. Es adviento. Cantares de ayer. Zambomba de etiqueta. Así Canta Jerez por Navidad.

La batuta se transformó en bajañí. El atril el guitarra. Luis de Periquín desde la esquina manda. Gitanos de Santiago. Y de San Miguel. Llevan la bulería a Belén. La luna lunera alumbra el camino hacia el pesebre. Todos son uno. Uno son todos. A compás todo es compañía. Joselete mece la canasta para que se duerma el niño. ¡Quien no se duerme con esta nana!. Un clásico de la Navidad de hoy.

El aire trae perfume de aguardiente. Dos apellidos que saben a pestiño y alfajor se hacen presentes. Méndez y Morao. Jesús y Diego. Dignos herederos. Paladines del cante y el toque made in Jerez. El techo del templo se cuajó de estrellas. Dos luceros brillan más que ningún otro. Francisca y Manuel. Orgullo de patriarcas viendo al fruto de su semillero. 

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La nostalgia llega a compás de tangos. La ‘Junquera’ nos hace mirar el tiempo pretérito. La ilusión de escuchar el sonar campanilleros, zambombas y panderos. Recuerdos que saben a dulces de sartén. Peregrinos infantes de una ilusión que tenía fecha de eclosión cada 6 de enero.

Jerez es una tierra que cosecha en sus cepas cada diciembre los pentagramas de Parrilla. De Vendimiar. Zumo de uva con más de tres décadas de soleras y criaderas. A coro. Como a él le gustaba. Y por bulerías. Como gusta aquí. Del monte llega Fanía Zarzana. La cuna mullida tiene de fondo el canto de los pajarillos para que duerma el niño.

Hoy no estaban todos. Faltaba uno. Juan. Va por ti el popurrí. 35 años de letras resumidas en compás de doce tiempos. Poco más siete minutos. Repaso a todo el cancionero. Desde Osaka llegaron mensajes. Flamencomanía hizo posible el encuentro. Sin quererlo. Sin quererlo hacer, queriendo.

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Los pastores acuden al reclamado de Lela Soto. Hay que adorar al Niño. El Mesías llega a Jerez mucho antes de lo que marca el calendario. En Jerez acaba todo antes de que de comienzo. Los abandolaos de José de la Melchora continúan el evento. Nono Carrasco nos recordó que esto acaba el 6 de enero. Amor y Paz. Mensaje al mundo entero. Con Melchor, Gaspar y Baltasar haciendo compás con el sonajero.

El final se presume venidero. Manuel de Cantarote es el último fichaje del elenco. Recuerdo terremotero sobrevuelan el templo. A coro llegan los Manuela, Dolores y Luis. Trío de hermanos para un unísono movimiento. Momentos especiales los que hacen vivir los ‘Jeros’.

Atravesando viejos caminos remata la noche Felipa. La del Moreno. La que reúne a mundo en torno a la cuna del hijo del carpintero. Publico en pie refrenda el momento. Ella es ese villancico. Ella lo ha hecho eterno. De nuevo Fernando Terremoto rubrica el cancionero. Que pronto te fuiste Fernando. Tú legado. Tu mejor recuerdo.

La marcha de los quintos sirven de despedida. Ya se van los de Jerez. Los De Santiago y los de San Miguel. José, Manuel, Juan y Pepe. Las jerezanas aguardan la llegada con coplillas de seda y tiras bordadas. Bulerías de rigor dan por concluida la faena.