Spiritus, ubi vult, spirat, et vocem eius audis, sed non scis unde veniat et quo vadat; sic est omnis, qui natus est ex Spiritu. (Juan, 3, 8). (El espíritu sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo el que ha nacido del espíritu).
Eso es precisamente lo que ocurrió el 7 de diciembre de 2012 en la sala La Ratonera, en Jerez. Aparecía en el escenario Juan Moneo ‘El Torta’, acompañado a la guitarra por Paco Lara, al que luego se unió su hermano Santiago.
Juan se templó con las alegrías del ‘Yeli, Yeli’ para adentrarse en la soleá, que interpretó de manera soberbia, acordándose de Camarón con ‘Y tu no respondías’. Finalizó la primera parte con los tangos a Luis de la Pica.
Tras el descanso, acometió la siguiriya, donde volvió a acordarse de Camarón con ‘Las penas de mi mare’ y ‘Se murió mi madre’. Sublime en la soleá y en la siguiriya, lo mejor estaba por llegar por bulerías.
De improviso apareció el duende y ‘El Torta’ se quedó, salvadas las distancias, como san Juan de la Cruz describe en la ‘Coplas hechas sobre un éxtasis de harta contemplación’:
Entreme donde no supe,
y quedeme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Eso fue exactamente lo que ocurrió. ‘El Torta’ se abandonó y dejó atrás de toda ciencia, todo saber, para dejar paso a la inspiración, a ese aire que no se sabe de dónde viene ni adónde va. No importa la técnica, el cantaor sólo atiende a los latidos del corazón, a la emoción.
Y, como estas cosas se pueden sentir mas no decir, será mejor que vean a ‘El Torta’ versionando a su manera por bulerías ‘Miedo, tengo miedo’ de Rocío Jurado y ‘Bravo’ de Bambino.
El vídeo puede emitirse gracias a la amabilidad del cantaor, que nos ha dado la correspondiente autorización.
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