Una rama nueva

Ayer creció el flamenco...

Sevilla, a 3 de octubre de 2020. La música (y el modo de vivir) que nos une a muchos y que sirve a otros para entrar en absurdas disputas sobre purezas y convenciones que no les deja disfrutar del arte y, casi, de la vida, aumentó ayer la familia y sus matices, y lo hizo de la mano de una jerezana que ha puesto su empeño y su saber hacer en ello y a la que le debemos este regalo. Un regalo que algunos, sin siquiera haberlo abierto ya dirán que no les gusta, pero que los que lo abrieron ayer en Los Reales Alcázares lo paladearon y lo disfrutaron con fruición.

El concierto empezó frio, desangelado, como estaba la noche ayer en Sevilla, pero pasados unos minutos de nervios iniciales y algún desajuste de sonido comenzó a florecer la música. Primero como solista y después sumando colaboraciones nos fue llevando por los diversos palos del flamenco y dando muestras de su dominio del instrumento y de su versatilidad como intérprete. Se rememoró a Bécquer y se nos sorprendió con composiciones de creación propia. Especialmente presente estuvieron Granada, con una Zambra gloriosa, Cádiz, con una Alegría llena de sal y Jerez con unas Bulerías para el recuerdo, pataíta incluida.

Mención aparte merecen los acompañantes. Bien las palmas y la percusión en el arrope de la solista. Muy destacables las voces de Rosario Heredia y Rosa Gómez y excelsa las pinceladas de La Macanita (grandísimo acierto) a la que se echaba de menos en Sevilla y que estuvo en lo que es, una magnífica cantaora con una profundidad inmensa.

En suma y aunque suene grandilocuente, lo de ayer fue una epifanía para el flamenco al cual le ha crecido una rama nueva de la que esperamos broten nuevas y bonitas flores para el disfrute de los amantes del género y de la belleza.

“SONÍOS DEL ALMA NEGRA”
XXI Bienal de flamenco. 
Arpa: Ana Crismán. 
Palmas: Juan Diego Valencia, Manuel Cantarote.
Cante: La Macanita, Rosario Heredia, Rosa Gómez. 
Percusión: Carlos Merino.
Alcázar de Sevilla. Viernes, 2 de octubre.