Un Quijote como tú y como yo

¿Quijote tú? ¡Quijote yo! Puedes ser tú y también puedo ser yo. Andrés Marín juega al flamenco abierto. De cuerpo y de mente. Los códigos de su cuerpo son multidisciplinares. Como su visión de la danza. Como su visión del Quijote. A partir de ahora, Quixote según Marín. A partir de ahora, Quixote, como tú y como yo.

¿Quién no es un Quixote en esta vida? Intensa es la lluvia de conceptos. Intenso en el mensaje lanzado. Intensa es la hora y media de espectáculo. Sin prisa pero sin pausa. Hay tiempo para todo. Hasta para el deporte. La Mancha es una pista de karting por martinetes, un ring de boxeo por siguiriyas y hasta un campo de fútbol por tangos. Ancho es el mensaje como ancha es Castilla, la de la Mancha de Cervantes.

Establecer paralelismos con la obra inmortal queda lejos. Ser Quixote con Andrés Marín es una filosofía de vida. En Don Quixote los molinos son la rampa de una pista de skate donde todo sube y no todo baja. Dulcinea es una figura etérea, no se sabe si castellana o japonesa. En el fondo da igual. Todos tenemos una Dulcinea en la mente. Puede ser la tuya y puede ser la de otro.

¿Leería libros de caballerías un Quixote del siglo XXI? La vida ya es en sí una obra de caballerías. Con demasiados caballeros de la triste figura y pocos Sanchos. Por cierto, Rosario La Tremendita es la escudera perfecta. Genial. Camaleónica como nunca. Delirium Tremens con la trianera.

El Festival Flamenco de Nîmes en su día también fue un Quijote. 28 años le contemplan. ¡Quien se lo iba a decir! Ayer el Bernardette Lafont recibió la visita Andrés Marín: el bálsamo de fierabrás del flamenco de vanguardia donde se baila con ritmos de hoy los cantes del ayer.

NOTA: Para ver la fotogalería completa realizara por Jean Louis Duzert para el XXVIII Festival Flamencos de Nîmes, pincha en este enlace:

Andrés Marín | Don Quixote | Teatro Bernardette Lafont | 11 Enero 2018