Un diálogo íntimo y original

Rocío Márquez y Fahmi Alqhai han presentado en el Teatro Bernadette Lafont una propuesta más que interesante y que, bajo título de ‘Diálogos de nuevos y viejos sones’, convierten el flamenco y la música barroca en un ensamble musical que nos es más que el fruto resultante del mestizaje de culturas, que el propio devenir popular provoca a lo largo del tiempo.

Y de la mano de ambos artistas, los presentes iniciamos un viaje de ida y vuelta donde sus gustos personales entran en un juego en el que ambos nos muestran unas líneas de conexión bastante interesantes, tanto en la vertiente barroca como la moderna, cosa a la que ayuda bastante la cuerda de la instrumentación y su versatilidad, la voz luminosa, cristalina y diáfana del cante y una percusión que es tocada como manos de plata, siempre en su sitio correcto, siempre sin estorbar y sabiendo donde colocar el sonido para elevar el conjunto y no ocultarlo.

Nueve piezas componen ‘Diálogos de nuevos y viejos sones’ en las que se pone a prueba la memoria ram de los aficionados al flamenco debido a la cantidad de palos que componen algunas piezas, como puede ser la obertura de ida y vuelta, donde encontramos la milonga de Vallejo - Oye chinita-, la vidalita de Marchena, las colombianas que hicieron grande Valderrama o Farina - la del Tren del Olvido-, que tienen como contrapunto la ‘Samba para olvidarte’ de Mercedes Sosa.

No sólo de flamenco iba la noche. De oriente se pasa a occidente y viceversa y si la viola de gamba se transforma en el acompañamiento ‘barbero’ del flamenco, la voz de lo jondo es capaz también de meter en compás de rondeña y abandolado el pentagrama el villancico Cant des Ocells del catalán Pau Casals, llevar a medio camino entre el gospel y el tango la pieza ‘Si doler è`l tormento’ de Monteverdi o transportar la musicalidad del barroco al flamenco cuando trasladan los versos de Santa Teresa de Jesús y juegan con la cadencia de la bambera.

Con Rocío Márquez sobre el escenario, el universo marchena al que ella es fiel también tuvo su sitio y estuvo muy presente durante la noche. En el inicio dió muestras de ello con la vidalita, al igual que recitando y cantando el Romance a Córdoba de José Tejada ‘Niño Marchena’ así como con el ‘Testamento gitano’ o por seguiriyas, metidas en un compás endiablado y marcando el cinco por ocho en algo más que ‘allegro’.

De todo lo ofrecido, y en todo un alarde de versatilidad y maridaje flamenco barroco, por encima de todas, destaca una pieza donde el romance, la petenera, los cantos expiatorios eclesiásticos y las cantinas y romances sefardíes entran en juego mostrando que quizás no hay que buscar tan lejos lo que tenemos tan cerca y que las raíz donde está en es la tierra y en la cultura más que en la imaginación que se plasma en algunos libros donde se pretende sentar una cátedra a la que cada vez se le encuentran más galerazos y que no vamos a entrar a discutir ni aquí ni ahora.

Con el público en pie, los Angelitos Negros de Machín pusieron epílogo a un espectáculo que aquellas personas que gusten de disfrutar de las cosas bellas no deberían perderse por cuanto tiene de elegante el conjunto, por cuanto tiene de embaucador el sonido y, sobre todo, porque sobre la escena hay cuatro artistas que hacen que el conjunto sume más que las partes.

Si pueden no se lo pierdan.

Para ver la fotogalería completa de este espectáculo realizada por Sandy Korzevka pincha aquí: ‘Diálogo de nuevos y viejos sones’ - Rocío Márquez y Fahmi Alqhai

Ficha Técnica
Espectáculo: Diálogos de viejos y nuevos sones - Artista: Rocío Márquez y Fahmi Alqhai - Lugar: Teatro Bernadette Lafont - Festival Flamenco de Nîmes - Fecha: 13 Enero 2019 - Cante: Rocío Márquez - Viola de Gamba: Fahmi Alqhai - Percusión: Agustín Diassera - Viola de Gamba y Colachon: Rami Alqhai