Templando, mandando y bailando

Templando, mandando y, sobre todo, bailando. Así podemos definir con pocas palabras el gran sabor de boca con el que nos hemos marchado hoy los presentes en la Sala Paúl tras tener la suerte de presencia en vivo y en directo el estreno de ‘Cámara Abierta’, espectáculo que supone el estreno en solitario de la bailaora Paula Comitre y que ha acogido la Sala Paúl como espacio escénico del 24 Festival de Jerez 2020.

La fecha del 24 de febrero no se le va a olvidar fácilmente a esta bailaora, quien nos indicaba en la rueda de prensa de presentación del mismo en la Bodega de San Ginés que esta ópera prima era una suerte de ‘suite flamenca’ donde quería llevar a su terreno las formas bailaoras de grandes del género como Matilde Coral, Carmen Amaya, Carmen Rojas o Pastora Imperio. Y dicho y hecho.

Y escoltada por un equipo de primera división al cante como Miguel Ortega, Antonio Campos y Jesús Corbacho, el incombustible Juan Campallo al toque y la percusión de Paco Vega, la bailaora sevillana nos trajo a la memoria Carmen Rojas por tarantos con bata de cola, para devolvernos imágenes y figuras de quien fuera pareja de Antonio Ruiz Soler ‘Antonio El Bailarín’, a la que supo aportar un lenguaje actual con cadencia y mesura cuando era necesario, al tiempo que buscaba el contraste bipolar a esos movimientos con ese baile eléctrico tan genuino en ella cuando así lo requería el momento y que cerró con gusto mientras la escoltaba el Campos por marianas.

Por livianas y serranas nos trajo el recuerdo de Carmen Amaya, la bailaora catalana basó su expresividad en la fuerza y la racialidad y, precisamente eso, fue el genoma coreográfico en el que se encarnó una Paula Comitre que hasta metió en el juego su propio pelo, usándolo para llevar a tierra el compás de su cuerpo ante el cante que le llegaba de un atrás que estaba hoy en estado de gracia. No siempre se tiene el día y tampoco siempre se tiene. Y hoy lo tuvieron. Vaya si lo tuvieron.

Como tercer acto, la música lorquina que brotaba a través de la prima y el bordón del Campallo – que todo lo que toca lo hace flamenco- dejó a las claras que Pastora Imperio esa la bailaora que ocupara el crisol bailaor de Paula Comitre. Castañuelas y saber estar. Los pies en su sitio. Bailando y dejando tocar. Dando protagonismo a los elementos y al toque por soleá del Campallo, se ganó la ovación de la noche en esta bonita y emocionante pieza, que dejó ya el toro en suerte para rematar la faena mirando hacia su tierra.

La voz en off de Matilde Coral y Chano Lobato anunciaban que Sevilla entraba en juego. Su tierra. Donde nació. Ella y sus referencias docentes. La tierra que enamora cuando baila. Se tiró a matar al hoyo de las agujas y salió con las orejas en el esportón. El juego de poder a poder del cante, la sinergia y la complicidad con la percusión y el toque y un baile elegante, limpio a la vez que potente en el que el mantón lo mismo era una sobre falda que se convertía en vestido o hasta el suelo que pisaba en el macho de las cantiñas, nos dejaron una visión clara de que aquí hay bailaora y, según parece, para rato.

No todos los días se tiene la suerte de ver a jóvenes que empujan desde el conocimiento. Desde la sabiduría. Desde el saber hacer y el saber rodearse. En esta ‘Cámara Abierta’ no ha estado sola Paula Comitre ya que David Coria, Mercedes de Córdoba y Rafaela Carrasco han sido los padrinos coreográficos de un espectáculo que, si hubiera estado ubicado en otro espacio escénico que no fuese la Sala Paul, donde hubiera mayor altura en la caja para poder colocar la iluminación y, sobre todo, más metros donde poder moverse, seguro que lo hubiéramos disfrutado mucho más de lo que ya lo hicimos y que no fue poco.

Enhorabuena.

Ficha Técnica:
Espectáculo: Cámara Abierta – Artista: Paula Comitre – Lugar: Sala Paul – 24 Festival de Jerez 2020 – Fecha: 24 de febrero de 2020 - Aforo: Lleno – Baile: Paula Comitre – Cante: Antonio Campos, Jesús Corbacho y Miguel Ortega – Toque: Juan Campallo – Percusión: Paco Vega