No han sido pocos los artistas, amigos y familiares que se han
acercado a dar su último adiós a Manuel de los Santos Pastor 'Agujetas'.
Desde que se hiciera oficial su fallecimiento el pasado día 25 de
diciembre, que ya no sólo será la fecha por ser el día de Navidad sino
por ser además el día en que nos dejó uno de los cantaores más
importantes de la historia flamenca de Jerez.
Desde su traslado en la tarde del mismo 25 de diciembre al tanatorio
de la ciudad, hasta la apertura de su capilla ardiente en el Cabildo
Viejo durante gran parte del día 26 y posterior funeral celebrado a las
plantas del Cristo de la Expiración y la Virgen del Valle Coronada, dos
de sus grandes devociones, en la Iglesia de San Francisco, han sido
muchos los admiradores, compañeros, amigos y familiares que han querido
dejar alguna referencia, in situ o a través de las redes sociales, de
cuánto significaba la figura de Manuela 'Agujetas'.
"Se ha marchado el último mohicano del cante", con estas palabras
definía Domingo Rubichi el terrible mazazo que ha sufrido en su línea de
flotación más anárquica el flamenco de Jerez, "el cante se ha quedado
huérfano, menos mal que nos quedan las grabaciones que ha dejado, porque
ya no lo vamos a escuchar mas" añadía también el tocador jerezano a la
salida de las exequias por su eterno descanso, y que pueden escuchar en
el primer audio de esta noticia.
También quiso expresarnos su pesar Fernando de la Morena, indicando
que "se nos ha ido un cantaor emblemático, porque cuando él cantaba te
arañaba las entrañas. Él tenía un don divino que eso lo manda el cielo y
él lo tenía y además era capaz de llevar el cante de forma corta y
masticada" ensalzando que su figura no podía ser definida como puede oír
en el segundo audio.
Asimismo, Alonso Núñez 'Rancapino', compañero de Manuel durante
muchas noches, ensalzó su figura "de un cantaor irrepetible con una
forma humana muy pura y personalidad fuera de normal porque no se
parecía nada. Yo lo quería con lo locura".
Y la red de redes se ha convertido en un libro de condolencias donde
muchos seguidores de Flamencomanía han querido trasladar sus
condolencias a la familia y que le definen como el poseedor del cante
puro lleno de matices y con muchísima jondura, que llega, radial y
único, salvaje, que lo hacía desde los más adentro, con interpretación
única e inigualable y en peligro de extinción.
Con su marcha al reino de los cielos, hemos perdido un eslabón más de
la cadena generacional del flamenco de transmisión oral y vivencial y,
como bien nos dijo Domingo Rubichi "menos mal que nos quedan sus
grabaciones" como legado y herencia.