Rafael Riqueni recibe el XXXI Compás del Cante en Sevilla

En el Teatro Central de Sevilla, rodeado de amigos y jóvenes invitados, le fue entregado en la noche del pasado miércoles 13 de diciembre el XXXI Compás de Cante, que concede la Fundación Cruzcampo, al tocaor sevillano Rafael Riqueni. En compañía de numerosos representantes del ámbito flamenco como José Mercé, Chiquetete o José de la Tomasa además, en esta XXXI distinción se ha concedido una Mención Especial al cantaor Camarón de La Isla, que recogía su viuda coincidiendo con el 25 aniversario de su muerte.

Rafael Riqueni ha sido galardonado en esta edición de 2017 con el XXXI Compás del Cante, según el jurado, “por su autenticidad, calidad técnica, emotividad y capacidad creativa, así como por la naturalidad de su música y su repercusión en la historia de la guitarra flamenca y del flamenco en general”. Riqueni, que recogió la estatuilla de manos del presidente de la fundación, Jorge Paradela, ofreció un emotivo discurso de agradecimiento en el que recordó su trayectoria y envió especiales ánimos a todos esos jóvenes artistas que siguen trabajando duro para alcanzar el éxito en esta profesión.

También quiso hacer mención especial a aquellos grandes compañeros que ya no nos acompañan, y se emocionó recordando sus orígenes: Sevilla. Además, nos regaló una actuación inspirada en su último trabajo, Parque de María Luisa (2015), con la que inundó el Teatro Central de la energía y el sentimiento de su música.

Manuel Valencia, Patricia Guerrero y Alonso Núñez Rancapino, premios 'Nuevo Compás'

Rafael Riqueni y la mención a título póstumo a Camarón no fueron los únicos reconocimientos de la noche. Además, el tocaor jerezano Manuel Valencia, la bailaora granaína 'Patricia Guerrero' y el cantaor chiclanero Alonso Núñez 'Rancapino Chico', recogieron los galardones 'Nuevo Compás' con el que fueron distinguidos por el mismo jurado que concedió el Compás del Cante.

Patricia Guerrero recogió su estatuilla de la mano de la directora de la fundación Cruzcampo, Mª Ángeles Rodríguez de Trujillo, e hizo retumbar el Teatro Central con una actuación inspirada en su estilo y la obra que defiende en los escenarios: Catedral. En su agradecimiento no quiso olvidar a tantos compañeros jóvenes que como ella trabajan por engrandecer el legado del flamenco, a los que expresaba el orgullo de poder encabezar la que será una larga lista al reconocimiento de artistas de esta nueva generación.

Por su parte, Manuel Valencia y Rancapino Chico hicieron entrar en calor a todo un público que revivió emocionado el legado del padre del chiclaerno y pudo ver en primera persona como el tocaor jerezano coloreó el ambiente del sobrio teatro, en el que el público volvía a sorprenderse con el potencial de la nueva generación del flamenco. Para acabar, la guitarra de Manuel Valencia puso ritmo a la voz de Rancapino Chico, que junto con Rafael Riqueni de fondo sacaron a bailar a Patricia Guerrero en lo que fue un improvisado cierre de Gala protagonizado por el arranque de los artistas.