''Ni transparente, ni política clara en gestión del flamenco, ni en el siglo XXI''

En el pleno celebrado el pasado día 5 de diciembre en el Ayuntamiento de Jerez, en el punto del orden del día donde se votaba la cesión gratuita de inmuebles municipales a la Junta de Andalucía para que se pueda llevar a cabo la realización del Museo Flamenco de Andalucía, el tercer teniente de alcaldesa y delegado municipal de cultura, urbanismo, seguridad y patrimonio, Francisco Camas, realizaba unas declaraciones en las que, literalmente, hacía saber que para él en materia de flamenco son ''un Gobierno transparente y tenemos muy clara nuestra política de gestión del flamenco, lo hemos dimensionado en el siglo XXI y le hemos dado toda la proyección que hoy tiene'' sobre la que deberíamos reflexionar y hacer algunas consideraciones creemos que importantes.

Para empezar, para ser transparentes, hay que tener al día en el portal de transparencia los contratos que en torno al flamenco se firman y salvo los que nosotros sacamos a luz en el 'Caso Bulería' y las campañas de publicidad institucional relacionadas con las actividades flamencas de la ciudad como el Festival de Jerez, la Feria del Caballo, los ciclos de verano o las zambombas, poco o nada existe. La cara que pusieron los artistas cuando se dio a conocer que la Fiesta de la Bulería este año tenía un presupuesto inicial de 240.000 euros y que el gasto en artistas no iba a llegar ni a la mitad del mismo puede ser un ejemplo importante de lo que hablamos.

Para hablar de transparencia, no es precisamente lo mejor constituir fundaciones con las que realizar de forma privada lo que debería ser público o convocar concursos públicos a los que no se presenta nadie. La actitud y aptitud de la unidad que tiene al frente del flamenco y que cada vez tiene más 'amigos' muchos gestores, promotores o productores no quieren tenerla cerca porque después no le salen las cuentas. Permítame que se lo diga, pero tampoco creemos que sea esta la mejor manera de ser transparentes.

Además, no estaría de más que tanto la Mesa del Flamenco como el comité asesor que se creó tuvieran una actividad regular y estable. Algunos miembros que lo componen hasta han denunciado, en más de una ocasión, que llevan meses sin recibir convocatoria a ninguna reunión. Sólo tiene que dar una vuelta por los programas de televisión que cada martes realizamos, en este medio de comunicación, para poder encontrarlos. Sabemos que los ve y hasta también se lo cuentan.

Por cierto, el hecho de que les hayan pedido a algunas peñas que vayan a pecho descubierto a la Plaza de Belén, a organizar eventos con tal de darle actividad al proyecto estrella de este mandato, y que cuando estas dicen que no resulta que se contratan a productores para que lleven cuadros artísticos para cantar villancicos al lado de la bola de luces tampoco es que diga mucho en materia de transparencia. Y mucho menos en materia de gestión.  Que ahora iremos con ella.

Aunque lo mismo es mejor trabajar a pecho descubierto y sin ustedes no vaya a ser que los que los terminen tratando como a algunos productores de los Viernes Flamencos que han estado colgados al otro lado de un teléfono que ustedes no levantaban mas tiempo de la cuenta y han tardado meses en recibir las liquidaciones de los espectáculos realizados y a los que fueron a taquilla, mientras que para otros eventos sí que ustedes tenían dinero para contratarlos a caché.

¡Ah! Por cierto, no hace falta que se vayan lejos de Jerez para contratar a empresas que se encarguen de las emisiones en streaming en formato pay per view sin ni siquiera sacar a concurso público la actividad y que empresas de la ciudad al menos tuvieran la posibilidad de presentarse, aunque después no valiera de nada. Y no lo digo porque nosotros hagamos ese tipo de trabajos, con bastante solvencia además, sino porque tiene usted a magníficos profesionales en el gabinete de prensa municipal que han realizado y realizan trabajos excepcionales, algunos de ellos hasta han ganado premios, y no es necesario tener un gabinete de teleoperadores externalizado bombardeando a los 'medios flamencos' para que les publiquen las cosas que les envían por correo electrónico y que los videos encima les cueste dinero al que los quiera ver.

En cuanto a lo de tener una buena política de gestión del flamenco no estaría mal que lucharan porque las peñas flamencas sean declaradas entes de utilidad pública de una vez y al menos estuvieran exentas de tener que pagar un IBI por el que algunas tienen las cuentas embargadas por ustedes y tienen que organizar los ciclos de recitales con cuotas privadas entre sus socios. Ciclos que, por otra parte, ustedes se aprovechan para vender en un programa de actividades municipal en el que participan poco o nada, salvo para salir en la foto.

Si me permite el consejo, no estaría mal que se volviera a renovar el convenio que la Federación Local de Peñas Flamencas firmó al final de mandato anterior existente en la ciudad y del que no se ha vuelto a saber nada más de el. La buena sintonía que parece existir de nuevo espero que deje atrás en el tiempo que consideraban ustedes a este ente como un órgano extinto, sin facultades algunas, pero al que recibió la alcaldesa en primera persona refrendándolo. Afortunadamente, hace poco tiempo le han vuelto a abrir las puertas de su casa para a tener un encuentro.

Diría mucho en materia de gestión que los concursos públicos que se convoquen sean lo suficientemente atractivo para productores y promotores y que estos no queden desiertos y no estaría de más de que una vez por toda se ponga en marcha o se le de carpetazo definitivo al cada vez mayor número de peticiones de calles, instalación de monumentos o bustos de artistas flamencos que tienen en los cajones. Si queremos ser la capital del arte de lo jondo no dice mucho de nosotros tener asuntos como estos engrosando el peso de los cajones en los despachos.

Y, por cierto, como última reflexión simplemente indicarle que para colocar el flamenco de Jerez en el siglo XXI, en la era digital, en la era en la que o estás en red o estás muerto, hay que tener actualizados los contenidos de las web municipales y no tener en la agenda de zambombas las fechas del año 2017, por ejemplo, y buscar profesionales que sepan posicionar contenidos en las rrss a unos niveles de impacto importantes y no los que actualmente tienen y que, salvo cuando el Teatro Villamarta realiza el Festival de Jerez, ni mucho menos son para sacar pecho.

Lo siento, pero ‘ni transparente, ni modelo de gestión, ni en el siglo XXI’ y eso que han tenido casi cuatro años para hacerlo.