'Mujer-Klórica: Los bienes de la tierra' abre el IV Encuentro Internacional de Guitarra 'Paco de Lucía'

Una propuesta bien hilvanada y con un ritmo marcado por la convivencia entre el cante, el baile, el toque y la percusión, teniendo como especial sorpresa la colaboración de un grupo de Chacarrá de Tarifa que causó uno de los momentos más aplaudidos de la noche.

La velada inicial de este Encuentro, que durará hasta la noche del próximo domingo día 28, marcó el sentido más profundo de la defensa del arte flamenco por parte de la organización. Como siempre se ha dicho por aquí "este certamen está abierto a otras músicas porque Paco de Lucía ha sido universal, pero el flamenco es la base", y así volvió a pasar un año más.

Por un escenario por el que han pasado artistas de la talla de Ara Malikian, Al di Meola o John McLaughlin, hay que recordar que también han tenido noches de gloria los cantaores Manuel Moneo o Capullo de Jerez, así como bailaores de la talla de Farruquito o Pastora Galván. No será esta edición menos. Tras el éxito de la gala inaugural, esas tablas albergarán otras propuestas de la mano de Raimundo Amador, Sara Baras o Dorantes, entre otros.

Pero a lo que refiere a lo acontecido en la primera de las noches de este sexto encuentro es propicio pararse en qué consiste estos "bienes de la tierra" que tanto defiende y honra Alicia Carrasco junto a la importante presencia del guitarrista y compositor José Manuel León. Podría decirse que el peso en el desarrollo de la obra el papel que juega León es fundamental, y así lo refleja la comunión perfecta con la cantaora. Alicia, que posee una voz aparentemente frágil pero irrompible, dio todo de sí en las dos horas de duración aportando a cada instante una gota de amor y sensibilidad que el público supo valorar y aplaudir al final de la cita que reunión a más de un millar de personas en el Parque María Cristina.

En este numeroso grupo capitaneado por Carrasco y León, voz y guitarra, participan otros como Antonio Martín, como segunda guitarra, o Salvador Andrades, un referente de la música flamenca de la ciudad. Así, tras la proyección de un vídeo homenajeando a los grandes que ha tenido el flamenco local, la cantaora comienza con malagueñas y abandolaos dejando el agradecimiento pertinente a la organización, y metiéndose de lleno en la soleá 'La alegría del batallón', recordando al ya desaparecido 'El Angoli', así como a 'El Tuerto' por tientos y tangos. Alicia envuelve su cante en la percusión de Cepillo y Ruven Ruppik, en las voces Pastora Andrades y Tatiana Alves, y en la trompeta de Miron Rafajlovic.

Si más que relevante resulta el toque de José Manuel León, que lleva a gala el virtuosismo de la escuela que dejó Paco, no menos peso tiene la presencia de la bailaora gaditana Rosario Toledo que aparece en determinados momentos de la noche para engrandecer la escena con un baile acompasado cargado de interpretación y comicidad por alegrías y guajira. Por seguiriyas fue más seria. Alicia quiere llegar al público sin tapujos y baja del escenario para ejecutar la petenera 'Trece Rosas' ante la sorpresa del respetable que busca perplejo la voz que se pierde entre patio de sillas.

Para encarar la última parte del espectáculo y habiéndose cambiado en tres ocasiones de vestuario, la algecireña regala la zambra 'Soleá de mis pesares', así como sigue recordando a nombres tan entrañables como 'Corruco de Algeciras' y Pepe 'El Sevillano' por fandangos. No se quiere ir, y menos sin recurrir a la esencia de la seguiriya de Tío Mollino y al tururu rumbero de Flores 'El Gaditano'. Una velada que sirve de apertura, "de puerto y de puerta" como dijo el Alcalde de Algeciras al inicio de la noche en el firme propósito de convertir a la ciudad, en estos días, en el centro de todas las miradas para la cultura musical de España.

Agencia: Euromedia
Texto: Juan Garrido
Fotos: María Chavez