Manuel Lombo rinde pleitesía a Bambino en Jerez

El artista sevillano visitó el principal espacio escénico de la ciudad con el espectáculo en el que realiza un homenaje al artista utrerano cosechando un rotundo éxito que provocó que la actuación se prolongara hasta las dos horas y media de duración, tras los múltiples bises que le requirió el público que no paró de agasajarle piropos durante todo el espectáculo.

Toreaba el casa Manuel Luis Vázquez Lombo 'Manuel Lombo' y supo encarnarse en la piel de Miguel Vargas Jiménez 'Bambino' anoche en el Teatro Villamarta. Dividido en dos partes el espectáculo, en la primera mostró la cara más íntima de Bambino, sólo con dos guitarras, coros y percusión donde nos trasladó a esos primeros años del mas primitivo mientras que, en una segunda parte orquestada y donde entraron en juego las cuerdas, los vientos, bajos electricos, baterías y piano llegó el 'Bambino' que se hizo inmortal.

Gestos, maneras y recursos sobre el escenario similares a lo que aún tenemos la suerte de ver en las hemerotecas de 'Bambino' fueron constantes en Manuel Lombo quien, desde el primer segundo hasta el último, ''dejó un trozo de su cuerpo en Jerez, que ya es más vuestro que mío'' tal y como dijo al respetable.

Hubo tiempo para todo. Dos horas y media de espectáculo dan para mucho y, en el transcurso de los dieciseis temas que componían el grueso del concierto tuvimos tiempo para reir y que la rumba se apoderara de nosotros con temas como los míticos 'Tres veces loco', 'No me des guerra', 'Mi amor es mío' o 'Advertencia', ponernos sentimentales con ‘Háblame’ o 'La luz de tus ojos grises', que Antonio Gallardo compusiera para 'La Paquera de Jerez' y que 'Bambino' incluyera en su repertorio y, por supuesto, para que la bulería tuviera también su sitio, con compases cadenciosos, en los que no reprimió sus ganas de marcarse una 'pataíta' cuando los pasajes de 'Voy a perder la cabeza por tú amor', 'Tengo miedo' o 'Corazón Loco' se lo permitieron.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que realizó Manuel Lombo por agradar constantemente al público, en varias ocasiones - más de las deseables- el sonido de la sala no era todo lo bueno que sería recomendable para disfrutar tanto de la voz como de la orquesta que lo escoltaba en condiciones óptimas. Desde la fila 16 del patio de butacas - lugar que nos encontrábamos- la sensaciones en muchos momentos de que carecían de cuerpo y presencia tanto los instrumentos como el peso que debiera tener la voz, nos dejaba esa sensación agridulce de no poder disfrutar en plenitud de lo que estábamos presenciando.

Jerez es una plaza importante. El mismo lo reconoció. Y hay que tratarla como tal. Ayer, a pesar del sonido, Jerez estuvo con Manuel Lombo y Manuel Lombo estuvo con Jerez. En esta tierra el artista sevillano ha cosechado éxitos tanto en el Teatro Villamarta como en el Alcázar de Jerez cada vez que ha pisado a alguno de esos espacios escénicos ya bien sea 'cantando con alegría', con el homenaje a la generación del 27, con 'Yo, Manuel Lombo' o, como en la noche de ayer, con 'Lombo por Bambino', donde rindió un más que justo y merecido homenaje a un artista que marcó un antes y un después en el mundo de la música y dejó un sello en el que supo encarnarse a la perfección Manuel Lombo.

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