Los Molineros y La Plazuela se unen en una noche mágica en la Bienal de Cante

El barrio gaditano de Los Molineros y la jerezana Plazuela estuvieron más cerca que nunca, anoche, gracias a los cantaores Encarna Anillo y Luis  Moneo, que fueron los protagonistas de la segunda jornada del ciclo ‘Herencia, transmisión oral’, enmarcada en la I Bienal de Cante de Jerez.

La primera, como no podía ser menos, arrancó su espectáculo por alegrías y lo finalizó por bulerías, acompañada a la guitarra por su marido, Andrés Hernández Pituquete. Entre medias, cantó por diferentes palos y, además, mostró su agradecimiento a la organización de la Bienal por programar un evento centrado exclusivamente en el cante. Por su parte, Luis Moneo ofreció al público un recital cargado de pureza, con esas formas tan características y añejas del barrio que lo vio nacer, acompañado a la guitarra por su hijo, Juan Manuel.

El ciclo Herencia prosigue hoy a las 22:30 horas, en el patio del Museo del Enganche (calle Pizarro, 17) con las actuaciones del jerezano Ezequiel Benítez y la chiclanera Remedios Reyes. Las entradas para el espectáculo pueden adquirirse, físicamente, en Mala Música, Flamenco Fátima Canca, Flamenkea y Prieto Música a un precio de 15 euros en la zona 1 y de 10 en la zona 2 (8 euros para desempleados acreditando su situación, mayores de 65 años y menores de 8 y miembros de la tarjeta IKEA FAMILY), así como en la taquilla del Museo del Enganche, a partir de las 21:00 horas.

Online se pueden adquirir en el siguiente enlace:
https://bienaldecantedejerez.com/producto/ciclo-herencia-transmision-oral-ezequiel-benitez-y-remedios-reyes-13-8-19/  

Pero la jornada del lunes empezó temprano. A mediodía, La Guarida del Ángel acogió ‘Gardelorca’, un espectáculo que fusionaba flamenco y tango y que estuvo dedicado a los mayores, con entrada gratuita para ellos.  

Ya por la tarde, el Centro Andaluz de Documentación de Flamenco acogió una conferencia del flamencólogo José María Castaño sobre la figura de Juan Moneo Lara, El Torta, y el disco ‘Colores Morenos’ que grabó junto a Moraíto Chico. La charla concluyó con una copa de palo cortado, vino que, según Castaño, más se parece a la personalidad del tristemente desaparecido cantaor.