La Bienal ofrece en su último fin de semana artistas que renuevan el eterno arte jondo

El riesgo, la investigación y la vanguardia del baile flamenco inunda la Bienal con gurús de la danza como Olga Pericet, Israel Galván y Andrés Marín. La sólida guitarra Dani de Morón resonará en el Patio de la Montería. José del Tomate y Ana Crismán completan la programación del Real Alcázar. Estrella Morente y Rafael Riqueni pondrán el broche de oro a la XXI Bienal de Flamenco en el Lope de Vega. ‘La vigilia perfecta’ de Andrés Marín podrá seguirse online por streaming, en directo en conexiones periódicas desde las 6 de la mañana, a través del Canal Youtube de La Bienal.

Sevilla, miércoles 30 de septiembre de 2020.- La Bienal de Flamenco encara sus últimos días de programación y clausura con una amalgama de siete espectáculos, de muy diversa índole, que celebran la herencia y la tradición del arte jondo para destilar su esencia y construir discursos renovadores y nuevos lenguajes desde el baile, la música y el cante en las distintas sedes de la Bienal. La danza encuentra los próximos días en Olga Pericet, Israel Galván y Andrés Marín tres talentos rompedores acostumbrados a exponer sus propios lenguajes corporales en los principales teatros del mundo. El Real Alcázar acoge tres citas de música flamenca de carácter y jondura gracias a las afinadas guitarras de José del Tomate o Dani de Morón; y al arpa flamenca de Ana Crismán. La Bienal 2020 cierra su programación en el Teatro Lope de Vega con la confluencia de dos auténticas estrellas de raíz y tradición flamenca como son Estrella Morente y Rafael Riqueni.

La coreógrafa y bailaora cordobesa Olga Pericet, con la colaboración de Teatros del Canal, regresa mañana 1 de octubre a la Bienal de Flamenco para presentar en el Teatro Lope de Vega su espectáculo Un Cuerpo Infinito, una reconstrucción escénica en la que invoca a Carmen Amaya, la bailaora más universal que ha dado el flamenco. En la búsqueda de su cuerpo astral, Pericet se encuentra a sí misma, acepta el paso del tiempo y la consciencia dolorosa de desaparecer, reformulando su amor a la danza como el amor primigenio al medio que la rodea. Desde ese silencio, empieza a bailar de nuevo, casi instintivamente, a la manera que su cuerpo, como si fuera un sistema de signos, le impone. El Premio Nacional de Danza, el Premio de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York o varios Premios MAX, junto a un deslumbrante paso por los más importantes teatros del mundo, avalan el arte vibrante de Pericet, una pensadora del movimiento que bebe de la tradición y se lanza al abismo de lo nunca visto con espectáculos en los que late un flamenco de opuestos: oscuro y luminoso, femenino y masculino, inquietante y bello.

También Premio Nacional de Danza, el bailaor sevillano Israel Galván, presenta el 2 de octubre en el Teatro Central Gatomaquia, última de sus arriesgadas creaciones, en coproducción con el Thêatre de la Ville de París. Seis años después de estrenar Lo real, obra sobre el exterminio gitanos a manos de los nazis que fue premiada con 3 Premios Max, Galván vuelve a acercarse al mundo romaní en colaboración con el clan gitano parisino Romanès, quienes rodean con sus voces y aportaciones escénicas el baile solista de este renovador de la expresión flamenca. En su transgresora concepción coreográfica, Galván permite que los gatos criados bajo la carpa del circo Romanès, último circo gitano del mundo, deambulen a su alrededor como un público improvisado que acaba formando parte de la propia representación en la que también participa la guitarra de Emilio Caracafé -colaborador habitual de Galván-, y el baile de su hermana Pastora Galván.

Completando el catálogo de arriesgadas propuestas de danza flamenca que este año ofrece la Bienal, Andrés Marín llega el 3 de octubre para recorrer, en un evento insólito e irrepetible, el Monasterio de la Cartuja con su espectáculo La Vigilia Perfecta, el último que se retransmitirá este año vía streaming. Desde el marco centenario del complejo arquitectónico patrimonial, el singular bailaor sevillano, cuyas creaciones han sido acogidas por los principales circuitos internacionales, mostrará un total de ocho de piezas flamencas desarrolladas en distintas franjas horarias, comenzando a las 6 de la mañana, en diversos emplazamientos del Monasterio, y que podrán seguirse en sendas conexiones online que concluirán a las 21 horas con una pieza final a modo de epílogo de lo vivivo, ya pensada tanto para el público presente en el espacio, como para la audiencia online.

La Vigilia Perfecta es una coproducción con la Bienal de Flamenco y podrá seguirse segmento por segmento en sendas conexiones online, a las 6, a las 7.30, a las 9, a las 11, a las 13, a las 16, a las 19 y a las 21 horas en su pieza final, de forma gratuita y en abierto, a través del canal Youtube de La Bienal: https://www.youtube.com/user/labienal. Además, el espectáculo de conclusión estará disponible en diferido el 4 de octubre a las 22.00 horas.

En los últimos días de Bienal, la diversidad y riqueza musical del flamenco resonará en los centenarios muros del Real Alcázar, uno de los espacios patrimoniales de la ciudad que el certamen ha transitado desde su primera edición hace 40 años. Mañana, 1 de octubre, la guitarra de José del Tomate llega al palacio mudéjar para presentar, en su primera Bienal como solista, su primer trabajo discográfico Plaza Vieja. Con poco más de 20 años, al almeriense le sobra talento para cargar con el peso de la leyenda. Hijo de Tomatito y sobrino de El Niño Miguel, José lleva en la sangre la guitarra y el desparpajo suficiente para no seguir los caminos ya trazados por sus antecesores y avanzar por el suyo propio.

El 2 de octubre, con la colaboración de la Fundación Cristina Heeren, llega al Real Alcázar Ana Crismán, la primera y única persona del mundo que interpreta y compone flamenco con un arpa como instrumento solista. Sus Soníos del Arpa Negra desvelarán su pasión y conocimientos musicales, simbiosis que hace brotar el arte jondo de las cuerdas de este instrumento hasta ahora ajeno a esta expresión artística. La jerezana ha encontrado así nuevos matices y posibilidades para el flamenco, un lenguaje único que ha desarrollado de manera autodidacta y que la ha hecho traspasar fronteras geográficas, físicas y emocionales logrando el reconocimiento del mismo José Mercé como una de las grandes revoluciones del flamenco actual.

El guitarrista Dani de Morón estrena el 3 de octubre su nuevo proyecto Creer para Ver, último espectáculo de esta edición de la Bienal en el patio de la Montería del Real Alcázar. En este trabajo, el de Morón aplica todo lo aprendido constatando que es dueño de un talento que sobrepasa los límites del flamenco. Otras veces junto a estrellas como El Pele, Estrella Morente, Arcángel, Rocío Márquez, Rocío Molina o Patricia Guerrero, el guitarrista es hoy un músico y creador total que en esta ocasión prefiere personarse en soledad, acompañado solo por su bagaje, su virtuosismo y su esencia. Tendrá el apoyo de Agustín Diassera en las percusiones y de Popo al bajo y contrabajo.

Cerrando las noches de flamenco que este año ha ofrecido la XXI Bienal, la cantaora Estrella Morente y el guitarrista Rafael Riqueni ofrecerán el 4 de octubre en el Lope de Vega un recital que servirá como broche de oro a más de dos meses de intensa programación. Hija del mítico Enrique Morente y de la bailaora Aurora Carbonell, la granaína vuelve a la Bienal derramando, con su voz privilegiada, la esencia flamenca que atesora desde su infancia. Busca para entonar sus cantes el apoyo de la prodigiosa guitarra del genio de Triana, Rafael Riqueni. De esta manera confluyen en el escenario dos amigos que han crecido juntos artísticamente bajo el influyente magisterio del patriarca Enrique Morente, haciendo gala de mucho más que la complicidad imprescindible para que un dúo de artistas de su envergadura articule un espectáculo común.