Juana la del Pipa, El Purili, Manuel Parrilla y Antonio Moya devuelven las noches de tablao a Flamenco on Fire

Pamplona, a 22 de agosto de 2022. Flamenco on Fire ha recuperado en toda su esencia uno de los ejes vertebradores del festival: las actividades y conciertos de calle sin aforos limitados y el ciclo nocturno. Después de dos años sin “Tablao on Fire”, vuelve el domingo 28 de agosto como clausura de la novena edición en un espacio para disfrutar de la comunión del cante con la sonanta. La apertura de puertas de la Sala Zentral, convertida en un tablao, será a las 23.45 horas. Las entradas ya están a la venta.

Para celebrar este esperado regreso se han invitado a cuatro figuras que representan la buena salud del flamenco ortodoxo. Al cante, Juana la del Pipa y El Purili: dos generaciones de eco gitano. Al toque, Manuel Parrilla y Antonio Moya. Juntos por primera vez en un mismo espectáculo. Arrancará la velada, Manuel Parrilla en solitario y luego será el cante el que gobierne la clausura de la novena edición.

Parrilla, heredero de una de las formas guitarrísticas más genuinas e influyentes de Jerez de la Frontera, compartirá con los asistentes su bajañí en solitario, además de acompañar a Juana la del Pipa. En la faceta de acompañamiento, de hecho, este guitarrista ha actuado junto a lo más granado del flamenco: de Joaquín Cortés a La Macanita. La crítica ha destacado de su diapasón su capacidad expresiva y doliente. También el compás superdotado, tan propio de su tierra.

La del Pipa, por su parte, es una de esas cantaoras en peligro de extinción. También de Jerez, posee una forma fatigosa y directa de decir el cante que ha conquistado escenarios por todo el planeta: Nueva York, Londres, Madrid… Grabó un disco junto a La Macanita y Dolores Agujetas, “Mujerez”, pero su obra, sobre todo, está en el directo, donde sentencia con la garganta rota. Es una de las “últimas salvajes” de esta cultura, como en repetidas ocasiones se ha referido la prensa especializada a su propuesta. 

El Purili, un joven de La Línea de la Concepción, recupera una línea que también ha caído en desuso: la del cantaor que baila sobre su propia voz, como hicieron algunos históricos como Anzonini del Puerto y El Funi. Su proyección, que lo ha llevado ya por plazas importantes en festivales y peñas, parece indudable. Es un artista que se ha de disfrutar en vivo. Con presencia en escena, juventud y, sobre todo, mucha raíz. Antonio Moya, veterano tocaor de la escuela utrerana, será el encargado de colocar los acordes precisos.