Jerez se rinde ante la guitarra de Antonio Rey

Ficha Técnica:
Espectáculo: Flamenco sin Fronteras – Artista: Antonio Rey – Lugar: Teatro Villamarta (Jerez) – Fecha: 19 de junio de 2021 – Aforo: Lleno – Guitarra: Antonio Rey – Segunda Guitarra: Juan José Pantoja – Violín: Thomas Pothiron – Teclado: Ismael Carmona – Coros y Palmas: Los Makarines – Percusión: Ané Carrasco – Bajo: Manolo Nieto – Artistas invitados: Jesús Méndez, Diego del Morao, El Farru, Mara Rey, José Rey y Toni Rey

Jerez, a 20 de junio de 2021. Antonio Rey llegaba al Teatro Villamarta con la misma ilusión que un niño llega con las notas de final de curso bajo el brazo a casa de sus padres – en este caso un Grammy Latino – y, quienes hemos tenido la suerte de vivir en directo la presentación en Jerez de su disco ‘Flamenco sin Fronteras’, nos marchamos del principal espacio escénico de la ciudad con esa grata sensación de que el refrán que dice eso de que ‘nadie es profeta en su tierra’, en Jerez y desde anoche, tiene algunas excepciones.

La presentación de ‘Flamenco sin fronteras’ que tuvo lugar anoche en el Teatro Villamarta les puedo asegurar que tardaremos mucho tiempo en olvidarla. 'Yo estuve allí' podrá decir cuando pase el tiempo quien la pudo ver y sentir en directo. Durante más de hora y media de espectáculo, tanto el tocaor jerezano como su escolta, artistas invitados incluidos, nos llevaron en volandas por el universo musical que transita por la mente y las manos de un artista sin ni siquiera darnos cuenta de como pasaba el tiempo. Y es que esa y no otra, es la mejor señal de que se está disfrutando con lo que se ve, se oye y, sobre todo, se siente. Si. La música anoche se sentía, se palpaba, vibrabas con el rajeo, sufrías con el golpeo y hasta pensabas eso de ‘Dios mío, ahora quien es capaz de coger una guitarra en casa’ deslumbrados ante la limpieza de la ejecución, las endiabladas escalas o los elegantes cambios de armonía que nos regalaba la guitarra de Antonio Rey.

La música, como mejor se percibe, es a través del contacto directo que se produce entre la butaca y el escenario y la capacidad de transmisión de las seis cuerdas de Antonio Rey consiguió sobradamente de entrada ese objetivo anoche. Es difícil encontrar en los tiempos que corren a artistas del mundo de las 'bajañí' que tengan un sello propio y el es uno de ellos. Antonio Rey suena a Antonio Rey. No se parece a nadie, salvo a quien todos tienen de referente y ha sido, es y será el mas grande: Paco de Lucía. El ídolo común de todos los que amamos el mundo de la guitarra de concierto es una estrella a seguir, pero nunca a copiar y eso lo sabe muy bien quien ayer era el único que vestía de blanco con su ya clásica corbata negra a medio ajustar.

Arropado por artistas invitados como Jesús Méndez, con quien hizo bulerías, Mara Rey y El Farru por tangos, José Rey por fandangos de Huelva, su padre Toni Rey, con quien ejecutó una pieza que realizó a tres guitarras, o Diego del Morao, con quien rememoró en una rumba esa simbiosis que se produce en las jazz sesión en las que se invita al flamenco y se te van solos los pies y las manos, Antonio Rey supo mostrar con acierto las dos caras que tiene un artista de la guitarra flamenca: La de concierto y la de acompañante. Tan importante es encabezar como dejar sitio. Tan importante es mandar como saber arropar. Tan importante es exigir como saber agradecer. Y ayer hubo mucho de eso en el Villamarta.

Las tarantas de inicio fueron toda una declaración de intenciones al igual que la última pieza del bis que dedicó a su pareja y que, como dijo en la dedicatoria, “la pobre tiene el cielo ‘ganao’ conmigo de lo que me aguanta”. Y por el río de emociones a través del que iba fluyendo 'Flamenco sin Fronteras', junto a su hermana Mara Rey encontramos tanto su parte más visceral en unos tangos canasteros, a los que el Farru le puso la guinda, como la nostalgia y el cariño que se le tiene a un nombre que forma del legado familiar y que pasa de abuelas a madres y de madres a hijas a hijas. Una 'maravilla' nunca mejor dicho. Con su padre Toni Rey, la pleitesía y el respeto a quien te da la vida. Junto a su sobrino José, el orgullo del legado musical que viene empujando y refrenda la mejor herencia que te puede dejar la familia que lleva el apellido Rey como parte intrínseca de su nombre artístico.

Y, por supuesto, mención aparte merecen las bulerías junto a Jesús Méndez, llenas de potencia, elegancia y empaque y la rumba junto a Diego del Morao, en la que nos tele transportamos sin duda a esas noches de grandes conciertos donde las jam sessions flamencas juegan a ser pentagramas efímeros imborrables.

Sin lugar a dudas, la presentación del disco ‘Flamenco sin Fronteras’ en Jerez se puede calificar de rotundo éxito. Antonio Rey en la jornada de ayer dejó patente que, si es un artista que recorre el mundo con su guitarra en formato solista, es porque es una de las máximas referencias actuales del mundo de la bajañí flamenca y, además, sabe arroparse de un atrás que hace que el todo sume más que las partes.

Se estrenaba Juan José Pantoja junto a el como segunda guitarra y aprobó con nota, el violín del francés Thomas Photiron entraba y salía de las armonías ejecutando melodías principales o segundas voces con elegancia y con gusto, Ané Carrasco es todo un referente en la percusión, Manolo Nieto le daba con su bajo la tierra que el momento requería y Los Makarines son dos voces que cualquier artista querría tener siempre cerca.

Y es que, cual Julio César de la prima y el bordón, Antonio Rey ayer en el coliseo de su ciudad natal llegó, vio y venció. Y además de forma rotunda. Sin paliativos. Enhorabuena.