Gloria y triunfo de la copla... y algo de su caminar (I)

Andalucía, lírica y apasionada, trágica y feliz, fuerte e idealista, es vivero fecundo de poetas y cantaores…Y no es de extrañar, pues, que la inclinación de los poetas andaluces por La Copla se traduzca ? y trasluzca- en sus propios poemas. Por eso, desde Gustavo Adolfo Bécquer hasta Rafael Alberti, pasando por Manuel Machado, se palpa en los poetas una constante por ese arraigo vital en las formas populares o mejor, neopopularistas- como bien apostillaran  esos otros grandes de la rima-. Del pueblo y para el pueblo, nació La Copla, para ser cantada, por eso y nada más que por eso, digo yo: ¡Viva La Copla!

La Copla, la que tiene trasfondo, desenvoltura, emoción, sensibilidad, sin máscara donde esconda su semblante, esa es la que vale, con esa poesía de quiebros y revuelos, de aire y donaire. Por eso se me pone la carne de “ gallina “ , cuando escucho esa Copla en la voz del gran Miguel de Molina- que ahora para Abril, pone en escena , Miguel Caiceo-, el primer cancionero folklórico, creador de un género y estilo que originó incontables seguidores, aunque ninguno le superó en la estética figura, la maestría de la dicción y la sobriedad del vestuario- aunque en ello rayara también la provocación-.

Una de esas Coplas más hermosa para mí y que la supo poner en escena como nadie, dice así…” Apoyá en er quisio/ de la mancebía/ veías abrirse/ la noche de mayo…”! Qué bonito ¡Con esta Copla, Miguel de Molina, formó el escándalo. Con la atrevida y magnifica producción de Salvador Valverde, Rafael de León y el compositor Manuel Quiroga, en versión masculina, pues este número fue estrenado por Concha Piquer, con letra para mujer....

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