La música de una vida

Ficha Técnica:
Espectáculo: Intimo - Artista: Rafael Riquieni - Lugar: Palacio Ezpeleta, Pamplona (Festival Flamenco On Fire) - Fecha: 25 agosto de 2022 - Aforo: Lleno

Pamplona, a 25 de agosto de 2022. El aperitivo ofrecido por Rafael Riqueni (Sevilla, 1962) en el Palacio de Navarra en la jornada inaugural del Festival Flamenco On Fire de 2022 vaticinaba que el maestro sevillano venía con ganas a Pamplona. Y así ha sido. En el jardín del Palacio de Ezpeleta ha vuelto a demostrar que la música que sale de sus manos es algo más que armonía y melodía. Es su propia vida la que brota a raudales entre primas y bordones.

Quienes han tenido la oportunidad de vivirlo en directo pueden dar fe de ello. Sólo con su guitarra y sus dos manos como armadura, presentaba su ultimo trabajo discográfico, que bajo el titulo Herencia esta lleno de recuerdos y vivencias personales, así como su relación con grandes del mundo de lo jondo. De este modo su toque llora por seguiriyas la marcha de Paco de Lucía. Celebra su amistad y admiración a Pepe Habichuela. El paso por su vida de Mario Maya o su farruca inmortal. Sus guiños al mundo de la copla e incluso sus etapas menos agradables. Riqueni tiene esa difícil capacidad de poner el arte al servicio de la música. Sus manos son las gubias que modelan a base de jondura lo clásico y lo contemporáneo. Una difícil capacidad que se traduce en un inusitado poder de transmisión de energías que te atrapa, te embauca y te seduce.

No es lo que toca Rafael. Es cómo lo toca Riqueni. No es la técnica ni la velocidad. Es cómo usa esas herramientas. Oberturas que son obras de arte en si misma. Cambios de armonía sólo aptos para visionarios. Partituras que sólo están disponibles para mentes privilegiadas y avanzadas a su tiempo. Revolucionarios que no necesitan demostraciones constantes, sino simplemente mostrarse tal cual son. Y nada mas. Y ayer Herencia fue un digno embajador de este reinado de Riqueni a través de soleares, fandangos de Huelva, mineras, tangos y hasta aires de su tierra más ‘sevillana’. Esa tierra que nunca olvida. Esa tierra que tiene un parque que se escribe con mayúsculas. Y con nombre de mujer. Un parque que se ve y se escucha en sus manos. Como ayer en el remate del concierto. Un parque que es de María Luisa. Y de él desde el 2015. Desde aquella noche en el Maestranza. Y la de Nîmes. Un parque del que nos trajo un trémolo cuyo título lo dice todo. Camino de rosas.

Rafael Riqueni necesitaba reconciliarse con la ciudad que ha hecho viajar el flamenco hacia el norte. Y nos ha regalado dos sesiones para recordar. Y, además, solo. Con su guitarra y nada mas. Tampoco le hace falta más. La primera en un balcón. Elevado a las alturas. Como su toque. La segunda a ras de suelo. Como su sencillez. Esa que le hace recordar a sus amigos y el legado jondo de prima y bordón en este disco. Herencia. Su legado. Un tesoro. Un disco de cabecera para los aficionados, que cuanto más lo escuchas más te gusta. Un disco de un artista que, si toca dos veces, los quieres ver tres. Y todas las que hagan falta. Como el miércoles. Como ayer.