Flamencos hasta contra los elementos (naturales)

Tudela, a 24 de agosto de 2022. Tal y como estamos acostumbrados en el sur del sur a que los meses del estío sean de calor sofocante y noches en vela por mor de las altas temperaturas, la sesión de tarde de la primera jornada del Festival Flamenco On Fire ha querido tener a la lluvia como protagonista y hacer que los verdaderos héroes del horario vespertino fuesen Ismael de la Rosa ‘El Bola’ y Yerai Cortés. Ambos artistas, tras una lluvia torrencial que hubiera provocado la suspensión más absoluta si no estuviéramos en el norte, vivieron y se sobrepusieron en sus propias carnes a las bondades de un territorio que quiso ofrecer su cara más soleada durante la mañana, pero también su meteorología más autóctona por la tarde, tormenta eléctrica incluida.

Pero ni cortos ni perezosos, y contando con la predisposición de los artistas, la rapidez de actuación de los servicios de producción del Festival Flamenco On Fire consiguió habilitar una parte de los pasillos del claustro del conservatorio Fernando Remacha – espacio escénico de la cita- para que el cantaor sevillano y el tocaor alicantino se refrendaran como dos artilleros jondos que son, capaces de luchar contra lo que se ponga por delante. Y dicho y hecho. Tras las modificaciones oportunas, la ayuda del que pasaba por allí y – todo hay que decirlo- la coordinación del Ayuntamiento de Tudela, más de 200 personas – el mismo aforo que hubiera habido en el patio que estaba ‘pipando’- disfrutaron de un recital de cante que no olvidaremos fácilmente.

Tanto uno como otro, Ismael y Yerai, Yerai e Ismael - tanto monta, monta tanto-, se fajaron con un ramillete de cantes que hizo disfrutar al público mas y menos aficionado, que hasta de pie en los laterales – aún a pesar de que el chirimiri no terminaba de cesar- les jaleaba y les arropaba. El bochorno detrás de la tormenta era ‘padre y muy señor mío’, pero ello no impidió que se fajaran con la bambera antigua de forma sobresaliente como cante de apertura. Si. La que se acompaña por fandango de Huelva. Esa. La de Pastora. La armónica que tiene Ismael en la garganta entraba en perfecta conjunción con una guitarra que merece ser escuchada. Tanto sola como acompañando. Yerai Cortés le pone el pescao caro a cualquiera y quien no se apriete en la silla tiene un duro hueso de roer porque, directamente, es capaz de comerte. 

Por seguiriyas la lucha de poder a poder se saldó con un público ya metido en calor con el ‘flamenco más en directo’ – así se llama el disco que han grabado juntos-, que no quiso apearse tampoco del tren por alegrías al que nos invitaron a subir y que recorrió de forma certera las escalas que van de Cádiz hasta Córdoba, con una escala en la casa de los Pinini en Utrera de muy bella factura, si bien por tarantas llego uno de los momentos más importantes. O, mejor dicho, el momento más importante.

Recordando esa factura que nos dejó para siempre la gran Bernarda de Utrera, poco a poco el cante de Ismael ‘El Bola’ y el toque de Yerai Cortés fue moldeando una escultura cantaora con ‘arena de la playa’ y la minera del Rojo, que engarzaron con un ramillete de letras por bulerías de Manuel Molina de corte elegante, despacito y a compás. Envidiable el compás y la simbiosis de ambos artistas, que acabaron con una colección de tangos oriundos de la Triana que acababan de sobrevolar a compás de amalgama y dejar así una actuación en la que no sólo se fajaron contra los entresijos y complicaciones de los cantes, sino también con una meteorología que no quiso jugar a favor, sino que los dejó exhaustos. Empapados en sudor debido al bochorno reinante, pero también de satisfacción por recibir un cariño del público más que merecido, un bis por bulerías puso punto final a esta batalla de dos flamencos bien pertrechados para salir victoriosos de una cita donde hasta los elementos – meteorológicos y naturales- quisieron se también protagonistas. 

Enhorabuena.