Antonio Manuel Gutiérrez rinde homenaje este año a su tierra, Granada, y se inspira para ello en la figura de Federico García Lorca, coincidiendo además con el 80 aniversario de la muerte del escritor. El diseñador ha seleccionado cinco obras de amor del poeta que reflejan la pasión que él siente por la moda y, en especial, por la moda flamenca. Trabajando la idea lorquiana del duelo, la masculinidad, el campo andaluz y la voz femenina silenciada, el creador crea una flamenca que, aun siendo clásica y a veces contenida, desea con fuerza romper el luto y la opresión del entorno para gritar su feminidad.
La colección está compuesta por estilismos en los que destaca el volumen de sus faldas de volantes, grandes escotes en la espalda, la mezcla de diferentes tejidos y texturas, y el corte típico de los años 20 y 30 donde el talle de los volantes comenzaba en la cadera. Propuestas que juegan con distintos tipos de manga aportando un toque lencero a varios diseños. Entre las texturas, destacan tejidos como el organdí, el crepé, la seda, la sarga, la piel y, por último, la anea.
Los colores responden a cada una de las obras que inspiran al diseñador: ‘La casa de Bernarda Alba’, donde predomina el negro y el verde hierba, en representación de la muerte; ‘La cogida y la muerte’, con sarga de rayas grises y negras, símbolos de la masculinidad; ‘Poeta en Nueva York’, la parte más romántica de la colección, en tonos empolvados y pastel, con tejidos estampados entre los que destaca la estrella granadina tan usada en la azulejería de Granada; ‘La zapatera prodigiosa’, que advierte colores como el rojo, el verde y el fucsia, y ‘Bodas de sangre’, que interpreta a la flamenca vestida de blanco con pinceladas de rojo que reflejan el dolor y la pérdida de un gran amor.
Como complementos, el trigo, la amapola, los turbantes y la flor del granado.