El Torta rescata a Jerez en la Bienal de Sevilla

Jerez llegó tarde a la cita que tenía con la Bienal en el Hotel Triana en la noche de ayer. Tan tarde que casi no llega. A Dios gracias, el Tabanco cerró sus puertas y el duende quiso aparecer en la garganta de un Juan Moneo 'El Torta' que fue capaz de darle la vuelta a la tortilla con solo una frase y una Bulería que duró cinco minutos, ni un segundo mas ni un segundo menos, que hicieron que la entrada mereciera la pena.

El espectáculo, que estaba divido en dos partes, resultó lento y desentrelazado en la primera de ellas donde los artistas fueron dejando destellos puntuales pero sin ninguna ligazón ni transmisión. Quienes allí estábamos, teníamos la sensación de estar viendo algo que, seguro, a Jerez no se le parece. Solo el homenaje a Moraito, al inicio, por parte de las tres guitarras de la noche - Diego del Morao, Manuel Valencia y Pepe del Morao - dejaron muestras de la idiosincrasia de nuestra tierra. A partir de ahí, todo fue de mas a menos. Además, el excesivo tiempo entre las transiciones tampoco ayudaba demasiado a meter al respetable en ambiente.

A Dios gracias, después de la ronda de Tonás de José Méndez, El Torta y Luis El Zambo, la Bulería por Soleá de la Macanita, el baile por seguiriyas con el cante de Antonio Malena de María del Mar Moreno y el Tabanco en el que José Méndez cantó por Tientos-Tangos, el Torta por Seguiriyas, Luis El Zambo por Bulerías 'pa escuchá' y una ronda de fandangos de cada uno de ellos, todo cambió. Los desencuentros entre cante y toque por tener a unos en una punta y otros en la otra, la lentitud de las transiciones de los momentos que se representaban y, en definitiva, la falta de acople hasta con el público, quedaron en agua de borrajas cuando, en la teórica segunda parte, todo el plantel artístico se subió al escenario del Corral de Vecinos y, en formato fin de fiesta, el duende hizo acto de presencia en la voz de Juan Moneo 'El Torta'.

"Cuantos momentos, cuantas cosas, me recuerdan que..." y se vino abajo el Corral de Vecinos del Hotel Triana. Grande, enorme, 'enduendao' hasta la médula y con el compás de Jerez sonando de verdad, un enrabietado Juan Moneo 'El Torta' demostró que Jerez es mucho mas, muchísimo mas, que lo que estaba programado ayer bajo su denominación de origen y bajo el formato que fue producido hasta ese momento.

Aunque llegara tarde, Jerez acudió a la cita que tenía con la Bienal de Flamenco de Sevilla para renovar sus votos, aun cuando echamos en falta que la dueña y señora, la reina soleá, cayera en el olvido en la noche de ayer.

Fotografias: Antonio Acedo - Bienal de Flamenco