El Festival de Jerez vuelve a romper barreras

Habrá nueva edición el próximo festival. No es un titular gratuito. No es sensacionalista. Es la constatación de una noticia que ya conocíamos y que, por respeto a nuestra fuente, hemos custodiado hasta hacerse público esta semana el anuncio de los 44 cursos programados para el Festival de Jerez 2018.

El curso ‘Flamenco Inclusivo’ se impartirá, por segundo año consecutivo, en el Festival de Jerez. Será durante los días 4 al 10 de marzo, en horario de 16,00 a 17,15 y 17,30 a 18,45 horas.  

Lo dije en el artículo ‘Flamenco y discapacidad ¡QUÉ ARTE MÁS GRANDE!’, y me reitero: el Taller ‘Flamenco Inclusivo’ ideado, dirigido e impartido por José Galán, es el mirlo blanco de la cita más internacional con nuestro arte. Un mirlo que anida en un enclave con tanto compás.  

La mirada de María Pagés lo decía todo. Admiración, respeto y brillo en sus ojos, mientras observaba en silencio, durante unos minutos, una de las sesiones que impartía el bailaor, coreógrafo y pedagogo José Galán. Entró con la directora del teatro, en una visita fugaz, no exenta de curiosidad.  

Todo sucedía en uno de los locales anexos al Teatro Villamarta. Personas con y sin discapacidad, personas en definitiva, que seguían las indicaciones del maestro ante el espejo. Un gesto, una iniciativa, una experiencia que suman integración y que derivan en inclusión de cada cual, independientemente de sus características o peculiaridades.  

Es de lógica pretender que mejoren tanto las cifras de participación como la puesta en escena de la función que protagonicen al término del curso.

Hay que recordar que la difusión, en el festival de 2017, brilló por su ausencia o pasó desapercibida. Pero la visualización de un VÍDEO incluido en la publicación de la noticia en primicia, aquí en MÁS JEREZ, encendió la mecha del efecto llamada. El último día, la plaza Romero Martínez, con la entrada del Villamarta como telón de fondo, parecía un plató de televisión. Las personas participantes en ‘Flamenco Inclusivo’ debutaban ante la expectación de medios y transeúntes. Y, nuevamente, se masticaba la misma sensación que experimentó (intuimos) María Pagés, cuando les vio en un ensayo.

Conviene recordar que, tras los numerosos reportajes que se emitieron, publicaron y difundieron en los medios de comunicación y redes sociales, se han sucedido varias apariciones en programas de televisión de ámbito regional y nacional, en los que han intervenido alumnos y profesor. A ello hay que sumar, por ejemplo, otro vídeo que fue viral en Facebook, en el que se podía ver a una de las alumnas participantes en los talleres, Rocío ‘La Jerezana’, ‘liándola’ en una casa del Rocío, bailando por bulerías con un compás difícil de igualar.  

Se trata por ello de un cúmulo de valores añadidos para la difusión, no ya de lo que se vive y es una realidad en el Festival de Jerez (que también), si no para algo que está muy por encima: la inclusión. Y ésta palabra, pesa mucho.   No estaría de más, por ello, pensar en otro espacio que luciera más el esfuerzo, tanto de los participantes como del propio artífice de la convocatoria. Ahí va el guante. El camino para las personas con algún tipo discapacidad no es fácil. Por ello ¡palmas por bulerías para un festival que rompe barreras! ¡el Festival de Jerez!