El cante ‘sin hojana’ de los hermanos Pañero

Ficha Técnica:
Ciclo: II Bienal de Cante Flamenco de Jerez, Cádiz y Los Puertos – Lugar: Museo Municipal (Algeciras) – Fecha: 20 agosto 2021 – Aforo: Lleno
Cante: Pedro ‘Pañero’ y José ‘Pañero’ – Toque: Manuel Jero – Palmas: José Peña y El Macano.

Algeciras, a 21 de agosto de 2021. El cante de verdad duele. El cante de verdad gusta. El cante de verdad hace afición. El cante de verdad no lo vives en todos los sitios a los que vas. Y es que ese cante, el de verdad, sólo lo encuentras cuando sin conservantes ni colorantes el cantaor se expone y dispone a cruzar esa línea que separa hacerlo simplemente de forma correcta o entregarte ‘los 20 reales del duro’ en cada tercio. Y ayer los hermanos Pañero – Perico y José- dieron buena prueba en Algeciras de que lo suyo no es esconderse ni jugar de farol cuando están sobre un escenario. Son la verdad en el cante y en los cantes. En el suyo. En el que gustan de hacer y que, aunque parece lo mismo, no es igual. Testigo de este refrendo fue el Museo Municipal de Algeciras, lugar en el que hizo escala la II Bienal de Cante Flamenco de Jerez, Cádiz y los Puertos en la noche de ayer.

Arropados al toque por un Manuel Jero que es digno heredero de la casa ‘tocaora’ a la que pertenece y por José Peña y El Macano al soniquete y el compás, los hermanos Lérida López sabían perfectamente que en Jerez estaba la escolta necesaria para que esta sesión en la que se iba a ofrecer el cante al natural y sin microfonía amplificada fuera un éxito. Y no se equivocaron. Con esa complementariedad que les define y caracteriza cuando están sobre un escenario, tanto a Perico ‘El Pañero’ (Algeciras, 1974) como José ‘El Pañero’ (Algeciras, 1971) nos llevaron de su mano por el universo de los cantes ‘duros’ y a compás maridando de forma acertada sabiduría cantaora y lo que el público necesita para disfrutar.

No todos los días se tiene la suerte de escuchar en primera persona a Perico ‘Pañero’ buscando amparo en Tomás Pavón y Don Antonio Chacón por granaínas o malagueñas, sólo escoltado por el sonido de sus nudillos en una mesa, como tampoco por soleá verle recorrer de forma extensa las provincias de Sevilla, Cádiz y hasta Málaga de la mano de nuevo de Tomás, El Mellizo o Juan Breva. Por seguiriyas se dejó el alma recordando los cantes pretéritos de los que es siempre fiel escudero y salvaguardador y que riega como un huerto donde siempre huele a hierbabuena fresca entre los soníos torreros más negros o incluso hasta Tío José de Paula.

La vertiente más a compás de la noche corrió a cargo del mayor de los hermanos – José- quien se movió con soltura entre cantiñas y alegrías, a las que les faltó poco para arrancarse a bailar, tangos en los que los sones trianeros tuvieron un lugar especial en su cante y, esta vez si, en su baile. Para rematar, en la soleá por bulería dejó constancia que eso del compás es algo más que un metrónomo que va de acá para allá.

El genoma de la dinastía Pañero también encuentra una dimensión vital en las bulerías. Sirvieron de despedida para ambos, juntos pero no revueltos, y desplegaron todo el saber estar que poseen llevando el flamenco de reunión y de baile en la losa al claustro del Museo Municipal de Algeciras. José es un cantaor que gusta no sólo de escucharle sino también de verle. Es genio y figura. Su imprevisibilidad encuentra como contrapunto la mesura y los modos de decir el cante de su hermano Pedro. Cada uno por separado ya valen su peso en oro por cuanto son los guardianes de las formas clásicas del cante y los cantes, pero juntos forman un tándem endiablado del que es imposible no salir 'a gusto' del espacio escénico.

Y esa dualidad una vez más se hizo presente en todo momento. Uno por granaína y malagueña, soleá y seguiriyas, el otro por cantiñas y tangos y amigos por bulerías, nos dejaron una hora de flamenco cabal, de reunión, de ese que no se olvida y que hace que los kilómetros que haya de distancia entre tu casa y donde sea el espectáculo merezcan mucho la pena recorrerlos. Y que, si ustedes los hacen algún día - cosa que es muy recomendable-, a buen seguro que no se volverán defraudados para casa.