Cuando la guitarra canta con el pulgar

Que la guitarra flamenca está llegando actualmente a cotas inimaginables hace unas décadas, creo que nadie lo puede poner en duda, como tampoco podemos poner en duda que el punto de inflexión con este instrumento, viene marcado por el arco musical que se establece en los finales de los años setenta del siglo pasado, y que son la base actual de la técnica en la que bebieron quienes hoy son grandísimas figuras del mundo del toque, sin olvidarnos por supuesto de los grandes artistas que ha dado la historia del flamenco y cuya música se ha convertido en melodías atemporales por derecho propio.

La velocidad, la técnica y el compás con el que hoy se toca, así como el mestizaje que en toda música se produce por ese intercambio natural que marca el tiempo, quedan en un segundo plano ante los sonidos que son capaces de despertar sensaciones, emociones y eso que en el flamenco todo el mundo sabe lo que es pero que no sabe cómo describirlo y que llamamos ‘duende’.  Como dijo el poeta “la guitarra hace llorar a los sueños”, las palabras de Federico García Lorca describen a la perfección a este instrumento que, cuando hace sonar a sus primas y bordones es capaz de enmudecer el cante.

Jerez no solo es cuna inagotable de cante sino que en el aspecto del toque, se está convirtiendo en una factoría de primera línea mundial y cuya aportación al mundo de la prima y el bordón marca un epicentro donde el compás, el soniquete, suena distinto que en cualquier otro lugar del mundo. Nombrar a algunos en este artículo, sería ser injustos con quienes nos figuren aun cuando si debemos hacer mención a la aportación que a este respecto está realizando la escuela de Jose Luis Balao, al que podemos considerar al Rafael del Águila de la actualidad.

Como ilustración de este artículo, hemos elegido este videoclip que pueden encontrar en el Canal Oficial YouTube de Onda Jerez TV y que pertenece al disco Abolengo de Paco Cepero, que le produjeran en los estudios de Onda Jerez los geniales Manuel Montero y Jose Melero.

Disfrútenlo.