La cuna inagotable de Jerez no para de dar eslabones que no hacen más que fortalecer su empoderamiento como territorio flamenco. Y una prueba de ello tuvimos la suerte de contemplarlo, vivirlo y sentirlo en la Bodega Los Apóstoles con Lela Soto quien, honrando a su estirpe, cuajó un recital de cante donde se reivindicó como algo más - mucho más- que una joven promesa a la que hay que tener muy en cuenta.
Por sangre y dinastía, en Lela Soto se da la circunstancia de que confluyen el río de la ortodoxia y la vanguardia más incipiente del flamenco. Tener como abuelo a Manuel Soto 'Sordera', padre a Vicente Soto y tíos a Enrique Soto, José Soto 'Sorderita' o Ray Heredia no es mas que una prueba del nueve a la que si le añadimos que en ella se dan unos matices naturales en materia de sensibilidad, buen gusto, afinación y, sobre todo, el saber estar made in 'Casa Sordera', obtenemos como resultado a una cantaora que no es que sea digna heredera de un legado sino que es el baluarte sobre el que toda una estirpe flamenca tiene asegurado un futuro cantaor más que prometedor.
Apostó fuerte Lela Soto en la noche de ayer. Era el día. Tocaba lanzar la moneda al aire. Y lo hizo. El todo o la nada era el envite. Y salió cara. Ni el calor pudo con ella. Desde la Milonga en la que recuperó poemas de Miguel Hernández hasta las bulerías finales en las que Jerez estuvo más que presente. No es nada fácil con 24 años echarse encima un espectáculo con el peso de la herencia cantaora como carga por cuanto tiene de responsabilidad, de dureza, de comparaciones - siempre odiosas- y, sobre todo, de confirmación de que lo de querer cantar y ser artista no es un sueño de niña sino una realidad absoluta.
Así que tirando de los suyos, los que la han llevado al lugar en el que ahora se encuentra, sus músicos y su familia, cuajó un recital donde hizo un recorrido por distintos palos del flamenco a los que fue capaz de impregnar su personalidad a todos y cada uno de ellos pero sin perder ni su esencia ni la raiz. Amén de la milonga antes mencionada, y que no es más que el fruto de lo que siempre ha vivido en una casa donde la poesía ha estado más que presente, la soleá por bulerías tenía todo el sabor de 'Los Sordera' con variaciones en las que quedaba patente que sabía qué terrenos estaba pisando y hasta su por qué. Es el cante de la casa. Ese que el Tío Manuel Soto 'Sordera' hizo grande - enorme- y que tiene un sabor especial cuanto se lleva el Soto por apellido.
Con Rycardo Moreno al a guitarra, de quien dijo ''que la vida le ha regalado el poder conocerlo tanto a el como su música'', llevó sobre una armonía actual la granaína y la media de Vallejo 'sin suspiros ni halagos' al cante, junto a Antonio Malena hijo se fajó con dulzura al universo lleno de sal de las alegrías y arropada por todos los suyos, sus tíos y su padre, nos marchamos a la trianera casa de los Puyas a golpe de tonás y martinetes. Historia viva del flamenco sobre el escenario y estampa que uno no tiene siempre la oportunidad de vivir.
Hubo tiempo para todo. Ajustandose a los tempos escénicos actuales, en poco más de hora y cuarto supo mostrar tanto el camino recorrido en su aprendizaje como hacia donde se dirigen actualmente sus pasos. Prueba de ello fue la zambra en la que salió toda la amplitud vocal que posee en su garganta Lela Soto o la bambera que realizó junto a Fernando de la Morena (hijo) al toque antes de volver a fajarse con en cante del dolor presente donde su ancestro Paco La Luz fue la referencia a seguir y a la que Nono Jero le marcó el camino con su bajañí.
Jerez es Jerez. Y el Barrio de Santiago tiene un son diferente a cualquier otro lugar. Sobre todo por bulerías. Tanto en el sólo que le permitió el cambio de vestuario como en el fin de fiesta donde todos pasaron por la piedra, hasta su madre, el color morado y el recuerdo al compositor de la banda sonora del barrio sobrevolaba continuamente sobre un escenario donde, recalco una vez mas, Lela Soto subió esos peldaños que son necesario escalar para quitarse la etiqueta de 'joven promesa' y porque en la noche de ayer cogió con firmeza un testigo que abre tantas puertas como responsabilidad tiene y que no es otro que el de honrar la memoria de una de las casas cantaoras fundamentales para la historia del flamenco como es la de 'Los Sordera'.
Enhorabuena.
Ficha Técnica:
Espectáculo: MI herencia cantaora - Artista: Lela Soto - Lugar: Bodega Los Apóstoles - XXIII Festival de Jerez - Fecha: 23 de Febrero de 2019 - Aforo: Lleno - Cante: Lela Soto, Vicente Soto, Enrique Soto, José Soto 'Sorderita' - Guitarra: Rycardo Moreno, Antonio Malena, Fernando de la Morena y Nono Jero - Percusión: Carlos Merino - Palmas: Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote - Chelo: María de Goñi.
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