Por muy tópica que nos parezca la frase ¡qué rápido pasa el tiempo!, aún recuerdo cuando en en el año 2012 una de las primeras noticias que escribía para Flamencomanía era precisamente acerca del primer aniversario de la muerte de uno de los artistas más importantes de cuantos ha dado el barrio de Santiago. Y hoy, muevo las teclas de nuevo frente a la pantalla del ordenador porque el calendario me dice que son ya cinco los años que han pasado desde que aquél día de San Lorenzo de 2011 se nos marchara para siempre Manuel Moreno Junquera 'Moraíto Chico'.
El destino quiso que fuese un 10 de agosto de 2011 cuando apagase el son de sus manos y el duende de un soniquete con el que era capaz de llevar en volandas a cualquier cantaor. Ese y no otro día, se nos marcó a fuego en la memoria porque se nos fue para siempre al reino de los cielos para ocupar un lugar privilegiado en el Olimpo de la Guitarra Flamenca, marchándose con él también el son de un barrio, cuyo compás y sus formas de tocar la sonanta han marcado el tic tac de un arrabal del que nunca quiso marcharse y donde era plenamente feliz. Su figura, la del Lolo como era conocido por sus amigos, formaba parte del mobiliario urbano de Santiago, podías encontrartelo en cualquiera de sus calles, dejándose llevar por el alma que aun se mantiene latente en las formas en la que solo este barrio es capaz de respirar y supurar música, el lugar donde se sabe interpretar el flamenco sin necesidad de metrónomo alguno.
Hoy, cuando se cumplen cinco años del día en que decidió firmar un contrato para irse a tocarle a los grandes que están actuando todos los días en el tablao del cielo, el mundo del flamenco no olvida a uno de los más grandes guitarristas o ‘tocaores’ flamencos que ha dado la historia de este arte. Desde muchos rincones del mundo se pueden leer mensajes de aficionados, amigos y compañeros de profesión de Manuel Moreno Junquera ‘Moraíto Chico’, que han querido dejarle un mensaje a través de las redes sociales y todos, absolutamente todos, tienen un mensaje común: gran persona y gran compañero ¿Se puede marchar uno de este mundo de mejor manera?
Si bien en el año 2013, en este mismo día, el gobierno municipal de entonces decidió inmortalizar su nombre en la ciudad descubriendo una placa en la antigua calle Barrera, sita en el corazón del Barrio de Santiago, que desde ese día pasó a llamarse calle Moraíto Chico, y en noviembre de ese mismo año lo nombrara 'Hijo Predilecto de Jerez', a título póstumo, su figura será eterna porque las personas mueren cuando caen en el olvido y, por eso, estoy completamente seguro y convencido de que Manuel Moreno Junquera 'Moraito Chico' no morirá nunca porque su legado artístico y musical, sus aportaciones discográficas, sus composiciones y su forma de ser forman parte del genoma del flamenco en su más profunda esencia jerezana.
Onomástica y aniversario complicado el que vivimos hoy los que amamos el cante, el baile y toque flamenco por encima de otras muchas cosas, porque casi todos los que estais leyendo esta entrada seguro que tenéis algún recuerdo, y bueno, de alguna vivencia que hayáis vivido con él pero, como dice nuestro Fernando de la Morena "la vida tiene que seguir su paso inexorablemente y ya nos veremos ahí arriba, cuando Dios quiera".
Nota: En el video de esta noticia, pueden ver un reportaje del compañero Juan Carlos Gómez (Canal Sur) en el que pasa un día con el eterno Moraíto.
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