Capullo de Jerez arrasa en la Buena Gente

Capullo de Jerez arrasa en la Peña Flamenca 'Buena Gente'. El artista jerezano, no dejó a nadie impasible en la cuarta entrega del ciclo que viene desarrollando la entidad flamenca de la 'Nave del Aceite' en una tarde noche en la que Miguel Flores Quirós 'Capullo de Jerez' volvió a demostrar el por qué es un referente singularísimo del mundo del cante.

Acompañado por Manuel Jero a la guitarra, que tiene el mismo nervio, brío, soniquete y compás que su padre Pedro Carrasco 'Niño Jero', y por José Rubichi y José Peña a la percusión, coros y palmas, el artista santiaguero - aunque afincando en La Asunción- volvía cuatro años despues a pisar una peña flamenca de la ciudad para ofrecer un recital de cante. Desde que clausurara las 'Noches de San Telmo' de la Bulería en el año 2013, contadas han sido las ocasiones en las que hemos podido disfrutar de su cante en su tierra. Es más, incluso hasta en la rueda de prensa en la que se presentaron los carteles - con la primera dama de la ciudad presente- llegó a decir que "me voy a cambiar el nombre y me iba a poner 'Capullo de Cádiz' porque fuera me quieren más que aquí". Incluso hasta en las letras de alguno de los cantes llegó a lanzar a compás de tangos "al Villamarta no voy yo, al Villamarta no voy yo".

Pero dejando reivindicaciones aparte, Miguel Flores Quirós 'Capullo de Jerez' era consciente que poner los pies en una peña es bastante distinto a cualquier otro escenario y más en Jerez. Las salas de fiesta o festivales que son su espacio natural tienen otro formato y otras exigencias y, en este caso, siendo consecuente con las circunstancias, dejó dos partes donde vimos a un artista que controla los espacios perfectamente y sabe meterse en el bolsillo al público desde el primer instante.

Por martinetes, dedicados a Manuel Torre y Agujetas abrió plaza y, acto seguido, se fajó con el cante por tientos y tangos, arropado magnificamente por el atrás que le escoltaba. Por fandangos dejó una tanda de naturales recordando de nuevo a Agujetas y Cepero, entre otros, y se fue de la mano de Manuel Torre con la taranta y la cartagenera con la cerró la primera parte, de corte bastante más serio que la segunda.

Tras el preceptivo descanso, vimos al Capullo de Jerez festero, dominador de tiempos y compases y hasta reivindicativo en sus letras. La soleá por bulerías fue el cante escogido para abrir la continuación de la cita y, tras moverse por ella como le vino en gana, cuadrando los tiempos a su antojo y dominando el metrónomo, dejó una bulería en la que repasó practicamente todo su repertorio. Casi veinte minutos sin repetir una sola letra hizo que el respetable entrara en ebullición y, por tangos, terminó de subir la temperatura hasta romper la sala. Por último, sabedor de que se llevaba en el esporton las dos orejas y el rabo, por bulerías tiró de su madridismo confeso "porque yo canto esto en Barcelona y hasta en la India" y finiquitó un recital de cante donde no dejó a nadie impasible.