Cante en peligro de extinción

El ciclo de recitales de la Peña Flamenca 'La Bulería', que bajo la denominación de 'Noches de San Telmo' se está desarrollando durante este mes de junio, cruzó su ecuador el pasado sábado con un protagonista que dignificó, y con nota, a la saga a la que pertenece: Los Agujetas. El heredero de la casa cantaora más visceral y lacerante a la hora de dolerse, acompañado a la guitarra por Domingo Rubichi, formó un auténtico lío en la entidad flamenca de La Plazuela, con una intervención en la que el poder de transmisión del artista jerezano conectó desde el primer momento con el público.

Antonio Agujetas no es nuevo en 'La Bulería', es más, podría considerarse mas bien hasta 'cantaor de la casa', uno de esos cantaores que no pasa mas de una temporada sin pisar un escenario donde ha dejado momentos impagables como los del pasado sábado. Estaba a gusto y se le notaba. Y quien decidió acudir a la cita disfrutó de un cantaor que supo doler en la siguiriya, arrancar oles por soleá (que pueden ver en el video de esta noticia) y dejarnos una romera, de principio a fin, de las que ya no se suelen hacer ya que, hoy en día, hay una mezcolanda dentro de los cantes con aire 'de la bahía' que ni el propio cantaor sabe si está interpretando alegrias, cantiñas, mirabrás o romeras. Pues esta fue una romera de principio a fin y con letras que fueron sacadas del cofre de los olvidos, como pueden escuchar en el audio de esta noticia.

Él es un cantaor largo, tarantos, fandangos, malagueñas, bulerías pa escuchá y bulerías tambien formaron parte de su repertorio, en los que Manuel Torre, Carapiera, El Mellizo, Los Chalaos y, fundamentalmente, su casa 'agujetera' son los referentes que le marcan el camino a un cantaor que, el pasado sábado, nos volvió a dejar en el paladar ese regusto de estar saboreando algo de lo que ya queda poco y que uno no tiene la suerte de degustar y catar todos los días que uno quisiera.