Brillante prólogo de Dani de Morón en las 'Noches de Verano'

Todos los años desde hace 19 - o XIX como pone en los flolletos- se vienen celebrando en Sevilla el ciclo de las 'Noches en los Jardines' del Real Alcázar, una serie de conciertos al aire libre - aire que en esta bendita ciudad y en esta época pocas veces sopla- y que nos hace pasar noches musicales bastante agradables a los que debemos disfrutar soportar esta bendita ciudad durante su periodo canicular (guiris incluidos).

Generalmente el concierto que inagura este ciclo suele ser especial para abrir boca de una manera potente y que así se abra el apetito para seguir picando en los sucesivos recitales. Este año los organizadores lo tenían complicado porque Sevilla estaba absolutamente salpicada de acontecimientos, sólo en el mundo del flamenco esa misma jornada Jesús Méndez tenía un recital de cante en los Jueves Flamencos de CajaSol y el inolvidable Manuel Molina recibía un homenaje en el CAAC.

Pero la propuesta que nos hacían desde la organización de este ciclo en absoluto,La prueba es que las entradas estaban agotadas desde prácticamente su salida a la venta. Y no defraudó en absoluto el guitarrista sevillano, de el dijo hace poco José Manuel Gamboa que “es un virtuoso que no virtuosea”, y yo me atrevería a apostillar que solo utiliza ese virtuosismo en pos de la expresividad sin caer en amaneramientos artísticos vacíos.

Y toda esa técnica y sapiencia con la guitarra en la mano la utilizó para desgranar siete u ocho composiciones maravillosas de una profundidad a la que pocas veces se llega y demostrando lo que es, uno de los mejores guitarristas de su generación de la que es plenamente consciente.

Concierto maravilloso en el que podemos disfrutar de un Dani de Morón todavía más íntimo en intenso gracias a la soledad con la que se enfrentó, o más bien se abrazó, al público que llenó los jardines del Alcázar y que salió mecido a los sones de la guitarra de un artista con una personalidad y tanta sabiduría Impropia de su insultante juventud.