La princesa sevillana en vela cautiva el Maestranza

Ficha Técnica
Espectáculo: Nocturna. Arquitectura del insomnio - Artista: Rafaela Carrasco - Lugar: Teatro de la Maestranza (Bienal de Flamenco de Sevilla) - Fecha: 26 de septiembre de 2022 - Aforo: Media entrada - Baile: Rafaela Carrasco, Carmen Angulo, Carmen Coy, Alejandra Gudí, María Carrasco, Julia Gimeno, Cristina Soler, Blanca Lorente, Magdalena Mannion - Cante: Gema Caballero - Cante en OFF: Antonio Campos, Miguel Ortega y Marta Estal - Espacio Sonoro: Jesús Torres y Pablo Martín Jones - Piano en off: Pablo Suárez y Marta Estal - Voz en OFF: Aitana Sánchez Gijón - Textos: Alvaro Tato

Sevilla, a 27 de septiembre de 2022. Desde que Rafaela Carrasco (Sevilla, 1972) abriera en su ya larga y consagrada trayectoria profesional un maravilloso universo dancístico y flamenco maridando teatralización, investigación y baile, mucho baile – flamenco y español- con ‘Nacida Sombra’ en el Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares, allá por el 2017, y posteriormente con ‘Ariadna. Al hilo del mito’ estrenado en el Festival de Jerez de 2020 - justo antes de la pandemia-, el orbe que nos descubre la bailaora sevillana con cada nuevo espectáculo que propone no hace más que refrendarla como lo que es: una primera figura del baile flamenco y de la danza de nuestro país.  

Y el estreno en la noche de ayer de ‘Nocturna. Arquitectura del insomnio’ en el Teatro de la Maestranza dentro de la Bienal de Flamenco de Sevilla de este 2022 no hace más que ratificarnos tanto en esa afirmación, como en el hecho de que estamos ante una de las artistas más importantes de su generación y parte de la que le sigue. En esta ocasión, las mujeres del Siglo de Oro de las letras españolas y la mitología griega han dejado paso a un proceso de investigación y un trabajo mucho más conceptual, a la vez que onírico, como es definir el insomnio a través del movimiento

Sin dejar nada al azar, a la improvisación o al libre albedrío, durante la hora y cuarto de espectáculo, tanto el trabajo en solitario realizado por la propia Rafaela Carrasco, como el ejecutado por el elenco de nueve bailaoras que la arropaban, se mostraba como una auténtica masterclass de pulcritud y producción marca de la casa, en el que entra en juego el ‘aflamencamiento’ de la música de J.S. Bach – las variaciones Golberg- bajo la visión de Pablo Suárez y Marta Estal, así como un espacio sonoro del que se encargan Jesús Torres y Pablo Martín Jones, y al que solamente se le suma en el escenario la voz de Gema Caballero.

Así, desde la oscuridad más lúgubre de la noche que recién comienza a golpe de romance, cintas blancas de luna e hilo de luz de lucero, hasta el amanecer más resplandeciente bajo una luz in crescendo que es la base de toda la obra y una escenografía de premio, las 23 piezas dividas en tres partes – Noche adentro, Duermevelas y Nace el alba- de las que se compone ‘Nocturna. Arquitectura del sueño’ nos van descubriendo diferentes estadios sensoriales y emocionales, que nos va colocando en suerte la voz en off de Aitana Sánchez Gijón a través de los textos de Álvaro Tato.

En la noche en vela que se nos plantea como espectador en este ‘Nocturna’, tanto la propia Rafaela como el ballet que la arropa son quienes nos sumergen en un universo de emociones en las que hay tiempo para casi todo a base de pequeñas píldoras dancísticas, en las que sobresalen de forma notoria una soleá llena de ‘cristales oscuros’ y, sobre todo, una milonga que se raspan ‘a pulso’ Gema Caballero y Rafaela Carrasco, que ya vale por si sola el precio de la entrada.

No obstante, en ese recorrido lleno de culpas y penas, de olvidos y de recuerdos, de duendes y de fantasmas, de fantasías y miedos, mientras se enreda en el aire una canción de silencio, en la alcoba de la sombra se ofrecen pasos a dos llenos de complicidad algunos y de reproches otros, bajo el halo más clásico del movimiento; como también se juega a imaginar la soledad más taciturna de forma coral mientras pasan las horas a la caza del sueño de forma onírica y magnificada; e incluso se celebra a lo lejos la salida de un sol que pone fin a un espectáculo que tiene augurios de ser mucho más que un debut que muere en el día de su estreno.

Y es que, bajo esa máxima que inmortalizó Pilar López - maestra de maestras- en la que señalaba que “si necesitabas ‘un prospecto’ para ver el espectáculo, mejor no ver qué pasaba”, lo sobresaliente que tiene este espectáculo de Rafaela Carrasco es que usa las herramientas que le ofrece el espacio escénico para llevarnos desde el ocaso hasta el alba de su mano, provocando que esta noche en vela se nos pase volando sin tener que mirar 'prospecto' alguno, ni programar el reloj para ver si falta mucho para que suene la alarma que avisa que el día comienza porque llega el amanecer.