La Piñona transforma el Teatro Central en su particular edén flamenco

 La bailaora gaditana deja un magnífico sabor de boca con el estreno de 'Abril', espectaculo basado en el universo poético de Juan Manuel Flores

Bienal de Flamenco de Sevilla, a 21 de septiembre de 2020. El festival flamenco más importante del mundo nos prometía hace unos días ser escaparate de las nuevas claves de la danza flamenca y el Teatro Central se ha convertido en ese espacio en el que, una noche más, los presentes hemos podido dar buena cuenta de que lo que nos prometían era del todo cierto.

 En esta ocasión, bajo el título de ‘Abril’ se presentaba una bailaora cautivada por la poesía y el universo de Juan Manuel Flores, dispuesta a mostrarse como ella realmente quiere ser y además que la veamos. En este espectáculo, Lucía Álvarez ‘La Piñona’ se muestra de forma poliédrica liberando todo cuando ha ido fraguando sin prisa y a fuego lento durante el último año, para decir con firmeza a través de su lenguaje corporal que ha venido para quedarse y no para ser una mas.

No obstante, y como en todo estreno, a partir de ahora llegará el momento de revisar si el resultado final es el esperado y evaluar si las piezas del puzle del que se compone este ‘Abril’ encajan tal y como se pretendía, sobre todo porque los momentos más eléctricos hace que se interrumpa la fluidez con la que todo se desarrolla, como por ejemplo en la parte final entre los cantes de levante y el trémolo con el que Alfredo Lagos y ella hacen todo un derroche de sensualidad que poco o nada tiene que ver con lo que lo interrumpe.

Aún así, ‘Abril’ es un espectáculo cargado de simbolismo, de liturgia y, al mismo tiempo, de metáforas. Hay continuos guiños a la Sevilla del espacio tiempo en el que le tocó vivir al poeta que le da sentido. Esa Sevilla sacra que baila al son de los seises de la catedral cada mañana de Corpus, tiene como contrapunto su lado más canalla con la música que nos recordaba a Gualberto y los Smash, ese grupo del que formó parte Manuel Molina, artífice de ponerle música a los versos de Juan Manuel Flores a los que le puso voz Lole Montoya.

Capaz de bailar por alegrías sin bata pero con botas, tanto en la escobilla como en el remate dejó destellos que nos recordó esa bailaora que disfruta con lo hace porque disfruta con lo que baila, a través de letras que buscaban saber si el azul que veían sus ojos es el mismo que veían otras pupilas, que buscaban en el río la doble blancura de las azucenas porque su agua estaba quieta o que necesitaban saber por qué Sevilla era, es y seguirá siendo una ciudad encantada.

Y como quien con su bastón de toda la vida es capaz de andar con paso firme como ningún otro, La Piñona se asió a la mano magistral una vez más de Alfredo Lagos y al cante de su fiel escudero Pepe de Pura, para dejarnos los mejores momentos de la noche. Sobre todo, la soleá. Imperial Pepe de Pura a capela, con una bailaora que era la extensión de su cante y un cante que era el complemento perfecto que todo artista quiere tener a su lado siempre. Y ella lo tuvo. Anoche fue su noche en esta Bienal y no desaprovechó la oportunidad en absoluto.

Ficha Técnica:
Espectáculo: Abril - Artista: Lucía Álvare 'La Piñona' - Lugar: Teatro Centrao (XXI Bienal de Flamenco de Sevilla) - Fecha: 20 de septiembre de 2020 - Baile: Lucía Álvarez 'La Piñona' - Toque: Alfredo Lagos - Cante: Pepe de Pura - Percusión: Perico Navarro - Teclado: Alejandro Rojas Marcos - Voces: Guadalupe Martín, Irene Román y Soraya Méncid - Aforo: Lleno