Bailaora y de Jerez

Bailaora y de Jerez. De la Plazuela. De los Moneo. Si. De la casa del Torta, Luis y Manuel. Sobrina de patriarcas cantaores. Heredera de los genes de la jondura de San Miguel. Esa que le permite bailar como siente porque siente lo que baila. Y para hacernos sentir a nosotros, se llevó consigo a Pepe de Pura y Miguel Lavi al cante, Ané Carrasco en la percusión y Juan Campallo al toque. Infantería de tierra del cante, el soniquete y el compás. Casi ná en el atrás.

Bajo el formato del recital de baile, en estructura de tablao, en los dos bailes que realizó dejó constancia de que en ella se dan todos los elementos para forjarse una bailaora cuyo nombre recordará el tiempo. En los martinetes, seguiriyas y romances nos recordó por momentos a Carmen Amaya por gestos y formas. No es en absoluto mal espejo donde mirarse. Y también hubo momentos para ver en ella influencias de bailaoras jerezanas como Ana Parrilla, que tantas noche de gloria supo dar en espacios escénicos similares al que nos encontrábamos en el Hotel Tres Reyes de Pamplona.

Sus pies presentan dibujos más que interesantes. Es elegante y se mueve con expresividad tanto arriba como abajo. Es equilibrada en gestos y movimientos si bien nos hubiera gustado verla bailar 'más de frente'. Mirandole a la cara al público, su baile ganaría muchos enteros porque lo que hace y cómo lo hace, tal y como ocurriera en la soleá por bulería – o más bien bulería por soleá- es para hacer lo que hizo. Formar un auténtico lío y ponerle el pescao caro a quien vaya venir detrás estos días a este ciclo nocturno.

El corte de baile que presenta Gema Moneo, y la edad y experiencia que atesora, hacen de ella una artista más que preparada para pisar este tipo de escenarios de medio formato. Ella, su baile, está más que cualificado para dar el salto a un espacio mayor y empezar a pedir sitio en festivales de enjundia y renombre en solitario. En Jerez ya presentó un espectáculo de medio formato en el que honró la memoria de su familia dando muestras de que la cabeza la tiene más que bien amueblada, sabe lo que quiere y no para hasta conseguir lo que se propone. La noche del pasado martes en el Festival Flamenco On Fire fue una prueba más de ello.