Antonio Reyes embruja el Alcázar en el primer Viernes Flamenco de Jerez de 2012

Eduardo Guerrero al baile, José de la Joaquina al cante y Periquín al toque completaban la primera de las citas de los Viernes Flamencos en el Alcázar de Jerez.

Jerez, 6 de agosto de 2012. El pasado viernes tuvo lugar la primera de las citas de Jerez con los Viernes Flamencos. Primera de las cinco sesiones que en el Alcázar disfrutaremos como antesala de la gran cita que Jerez tiene con el cante y el toque, la Fiesta de la Buleria

Tras la presentación bilingüe de rigor, y pasadas las diez porque en Jerez ser puntual es algo casi imposible, el cantaor jerezano del barrio de Santiago José de la Joaquina fue el encargado de inaugurar esta edición de los Viernes Flamencos de Jerez.

Ni que decir tiene, que abrir plaza siempre suele tener la dificultad del despiste y falta de atención del respetable público y, esta vez, no fue una excepción. Con un primer cante por tonás, trató de centrar la atención del público y consiguió arrancar los primeros aplausos y así quitarse los nervios de ser el responsable de abrir plaza. Tras las tonás llegó el turno a unos aires de Cádiz donde cantiñas y alegrías fueron tomando formas al compás de un Periquín "Niño Jero" acertadísimo durante toda la noche, arropando el cante de José de la Joaquina. Soleá por Bulerias, fandangos y Bulerias fueron el resto de cantes que, con buen dominio de los tercios, interpretó este cantaor de Jerez al que no le faltó ni el bis ni la patita por bulerías.

Tras el primero de los cantaores, y como es costumbre antes del descanso del espectáculo, le llegó el turno al baile. Desde Cádiz nos llegó un "agalvanado" Eduardo Guerrero que bailando por Tonás consiguió arrancar la primera ovación cerrada de la noche y, tras unos tientos-tangos que realizara su cuadro, bailó con el aire gaditano que solo allí saben darle a las Alegrías, que fueron cerradas por Bulerías de Cádiz como suele ser habitual y con las que puso en pie a mas de uno y mas de dos de lo que allí se encontraban.

Para finalizar, y como figura de cartel, desde Chiclana llegaba a Jerez el cantaor Antonio Reyes. No decepcionó en absoluto. Desde el primer momento, y tras ser consciente de que cantar en Jerez no es cantar en cualquier sitio, comenzó templándose por Soleá dejando constancia que domina y conoce perfectamente los terrenos del cante grande escrito con mayúsculas. Se alivió después con una alegrías donde entremezclo romeras y cantiñas que tuvieron momentos de simbiosis espectaculares entre Periquín y Antonio Reyes al igual que en los acompasadísimos tangos, donde hubo quien le dijo "canta toda la noche Antonio!!" desde el patio de butacas por donde los duendes ya andaban trasteando para aparecer, en un cante por seguiriyas, donde puso a todo el público en pie. Con detalles caracoleros en las bulerías y un bis por fandangos, Antonio Reyes paso con muy buena nota y dejando el listón del cante a la altura que se merece cuando se canta en la tierra que es madre y maestra del mundo flamenco.

David Montes
@davidmontesfdez