La cantante Alba Molina volvió ayer a bucear
en su herencia flamenca, en el Parque Forestal de Entrevías, uno de los
barrios con mayor tradición flamenca de Madrid, frente a un público
entregado a la emoción y el sentimiento de una de las voces más
especiales del cante español.
Acompañada en la guitarra por Joselito Acedo, Alba Molina presentó las canciones recogidas en su último disco, ‘Caminando con Manuel’,
en el que recupera el legado de su padre, Manuel Molina, en su faceta
de compositor. Este disco completa el tributo de la cantante a sus
padres, integrantes del mítico dúo Lole y Manuel, que iniciara hace dos
años con el disco ‘Canta a Lole y Manuel’, trabajo que también revisó anoche en un concierto de homenaje a sus raíces.
Manuel Molina, con una carrera que empieza en los
años 70 y que abarca casi cuatro décadas, es autor de canciones que
quedaron grabadas en el inconsciente colectivo y que ahora, tres años
después de su fallecimiento, vuelven con frescura y devoción en la voz
de su hija.